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Florentino Pérez testificará en el juicio por el traspaso de Neymar al Barça

2022-08-02

El traspaso de Neymar lleva un recorrido judicial desde hace años, con varios frentes...

 

Barcelona, 2 ago (EFE).- El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, comparecerá como testigo en el juicio contra el expresidente del Barcelona Sandro Rosell, por los delitos de corrupción en los negocios y estafa en el fichaje del delantero Neymar da Silva, acusado también de lo mismo en aquella operación que acabó con el internacional brasileño en el Camp Nou.

Pérez es uno de los dieciocho testigos del juicio oral que empezará el próximo 17 de octubre, en la Sección Sexta de la Audiencia de Barcelona, y en el que comparecerán como acusaciones particulares el fondo brasileño DIS y la Federación de Asociaciones de Atletas Profesionales de Brasil (FAAP).

Según el auto judicial, al que ha tenido acceso EFE, el máximo mandatario de la entidad madridista está citado a declarar el 18 de octubre, en la segunda jornada del juicio, después de que DIS lo haya propuesto como testigo.

El Ministerio Fiscal solicita 5 años de prisión y 10 millones de euros de multa para Rosell, por corrupción y estafa, y 2 años de cárcel y otros 10 millones de multa para Neymar, por corrupción en la operación de traspaso.

En cambio, exonera al también expresidente de la entidad azulgrana Josep Maria Bartomeu, vicepresidente cuando ocurrieron los hechos y que comparece también como acusado en la causa.

La fiscalía entiende que, en su caso, pese a firmar los contratos presuntamente fraudulentos para fichar al delantero del Santos entre 2011 y 2013, no formó parte activa de las negociaciones.

Sin embargo, y aunque el Barcelona acabó desembolsando 25,17 millones al Santos por los derechos del jugador y otros 60 por diversos conceptos a la empresa familiar dirigida por el padre de Neymar (N&N Consultoria Esportiva), DIS solo percibió 6,8 por su 40 %.

En la prueba documental, DIS aportará también la entrevista que Florentino Pérez concedió al programa 'Jugones' de laSexta, el 3 de febrero de 2016, y en la que aseguraba que, pagando a todos los titulares de los derechos, el fichaje de Neymar, que también era pretendido por el Real Madrid, ascendía a 150 millones de euros.

El fondo brasileño reclama ahora una indemnización por daños y perjuicios de 150 millones de euros, 5 años de prisión para el jugador y otros 8 años de prisión para Rosell y Bartomeu.

Igualmente, la FAAP considera que, en aquella operación presuntamente fraudulenta entre el Barcelona y el Santos, también fueron vulnerados sus derechos, establecidos con fines sociales y consistentes en un pequeño porcentaje de los derechos de traspaso.

Además de Neymar, Rosell y Bartomeu están acusados el padre y la madre del jugador, para quienes la fiscalía pide 2 años y 1 año de prisión por sendos delitos de corrupción en los negocios, respectivamente, y el exdirigente del Santos Odilio Rodrígues, para el que pide 3 años de cárcel por el delito de estafa.

También serán juzgadas por su participación en el caso tres personas jurídicas: el FC Barcelona, el Santos FC y N&N Consultoría Esportiva, para los que la fiscalía solicita penas de multas de 8,4, 7 y 1,44 millones de euros, respectivamente.

El traspaso de Neymar lleva un recorrido judicial desde hace años, con varios frentes abiertos que le han ocasionado numerosos problemas jurídicos y financieros al FC Barcelona.

En 2016, la entidad catalana ya aceptó pagar 5,5 millones de euros por sendos delitos fiscales, en una sentencia de conformidad que convirtió al Barça en el primer equipo de fútbol condenado como persona jurídica.

Aquel pacto con la Fiscalía permitió exonerar de responsabilidad penal al entonces presidente, Josep Maria Bartomeu, y a su antecesor, Sandro Rosell.

El brasileño ha dilapidado el enorme capital de carisma y calidad que tenía en 2017 en el Barcelona y no ha conseguido llevar al PSG al cetro europeo que tanto buscan los propietarios cataríes del club.

Su paso por París ha sido un cúmulo de despropósitos que ha terminado por degradar su imagen.

"NUEVO DESAFÍO"

Llegó a la capital francesa "en busca de un nuevo desafío", según sus propias palabras, pero pronto se dio cuenta de que el proyecto no sería un camino de rosas.

Enseguida chocó con el uruguayo Edinson Cavani, ídolo de la grada y con quien se enfrentó para poder tirar los penaltis. Su primer gran duelo europeo, los octavos de final de la Liga de Campeones contra el Real Madrid en 2018, se saldó con un fracaso, transparente en la ida y lesionado en la vuelta.

Las lesiones han sido una constante, lo que ha llevado a cuestionarse si no tienen relación con su descuidado estilo de vida.

A causa de ellas se perdió los partidos clave de Europa en 2019 y entró en su peor fase en París. Agrede a un aficionado, es acusado de violación y se convierte en el centro de las críticas de los aficionados.

El propio Al Khelaifi parece abandonarle a su suerte y asegura que "nadie le obligó" a venir al PSG. El jugador dice que quiere volver al Barça, pero el club catalán no encuentra dinero para financiar la operación, por lo que la grada le dedica un tajante: "Neymar lárgate".

Obligado a reconquistar a los aficionados, el jugador parece comprometerse más con el proyecto, pero asiste impotente a la eclosión de un joven que llegó al tiempo que él, por menos millones, pero que se está convirtiendo en el héroe de los aficionados.

Mbappé ensombrece a Neymar cada día, más incluso de lo que lo hacía Messi en el Barcelona. Con la diferencia de que el francés no busca un heredero, al contrario, está llamado a liderar el proyecto.

El brasileño fue decisivo en la clasificación del PSG para la final de la Liga de Campeones de 2020, la mayor gesta europea del club, pero eso no se suficiente para que vuelva a ser querido por los aficionados.

Pendientes de Mbappé, que esperó al final del curso para anunciar su continuidad, Neymar ha quedado totalmente fuera del foco mediático. Lejos queda la "Neymar manía" que se apoderó de París cuando llegó procedente de Barcelona.

El jugador asegura que quiere seguir, pero el precio a pagar será dejar los comportamientos de "vedette" que han marcado hasta ahora su paso por París.

El pasado fin de semana, en la final de la Supercopa de Francia, Neymar se mostró comprometido y trabajador en el aspecto colectivo.

"¿Ahora también defiendes?", le dijo el entrenador del Nantes, el equipo rival, Antoine Kombouaré.

Neymar llegó como una estrella y, en cinco años, parece condenado a ganarse un puesto en la galaxia.



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