Internacional - Finanzas

El FMI alerta de los riesgos de prolongar los estímulos de los bancos centrales

2019-10-16

Estas políticas han favorecido un fenómeno hasta ahora inédito: la...

Por LUIS DONCEL | El País

ENVIADO ESPECIAL, Washington 16 OCT 2019 - 10:40 CDT El FMI nada entre dos aguas. Por una parte, alaba las medidas extraordinarias adoptadas por muchos bancos centrales. Pero al mismo tiempo alerta sobre sus efectos perniciosos. El organismo que encabeza Kristalina Georgieva asegura que el mundo crece más gracias a estos impulsos monetarios, pero también recuerda los riesgos que suponen para el sistema financiero. En un momento en el que los bancos centrales se encuentran fuertemente divididos entre halcones y palomas, el Fondo da la razón a ambos bandos.

Ya lo dijo el martes la economista jefa del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gita Gopinath: gracias a los bancos centrales, el PIB global ha crecido cinco décimas más de lo que habría hecho sin el manguerazo de liquidez proporcionado por los hombres y mujeres que manejan la política monetaria en una mayoría de países del mundo. “Con el trasfondo del deterioro de las expectativas empresariales, el debilitamiento de la actividad económica y la intensificación de los riesgos a la baja, muchos bancos centrales han impulsado medidas expansivas de política monetaria”, asegura el informe sobre la estabilidad financiera publicado el miércoles por el Fondo.

Estas políticas han favorecido un fenómeno hasta ahora inédito: la montaña de deuda que ofrece rentabilidades negativas -es decir, la anomalía de pagar por prestar dinero- ha alcanzado niveles récord. Por si fuera poco, los mercados creen que en torno al 20% de todos los bonos de deuda soberana ofrecerán rentabilidades negativas durante tres años al menos. Miel sobre hojuelas para Gobiernos, empresas y familias que se financian a costes mínimos. Pero este fenómeno tiene su reverso negativo.

“La deuda con rentabilidades negativas puede impulsar a los inversores a buscar inversiones más arriesgadas e ilíquidas. Este aumento de la asunción de riesgos puede derivar en un aumento de las vulnerabilidades entre fondos de inversión, de pensiones y aseguradoras, con implicaciones nefastas para la estabilidad financiera”, asegura el documento.

Hace tiempo que distintos analistas alertan de estos riesgos. Pero las incertidumbres han ido a más a medida que había más y más deuda con rentabilidades negativas: de ser prácticamente inexistente a principios de 2015 ha pasado a superar los 15 billones de dólares. “Las estrategias de los inversores instituciones por dar con rentabilidades más altas puede introducir riesgos adicionales”, continúa el informe.

Los problemas se acumulan. Las empresas han aprovechado estos tipos bajísimos para financiarse. El Fondo estima que si llega una crisis que sea la mitad de importante que la Gran Recesión, la deuda corporativa en peligro -es decir, aquella que no podrían pagar tan solo con sus ingreso- ascendería a 19 billones de dólares, un nivel récord que supone el 40% del total de deuda que arrastran las empresas de las principales economías del mundo.



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