Nacional - Seguridad y Justicia

Tres años, cerca de 14 mil muertos y la sociedad anestesiada

2009-06-19

En 2008, hasta ahora el año más violento con 6,200 muertos a manos del crimen...

Mauricio Orozco, El Periódico de México

Desde 2006 a la fecha se reportan 14,000 muertes del crimen organizado, de ellas 12,500 han ocurrido en la administración del presidente Felipe Calderón y no sólo el número espanta sino también el nivel de violencia y saña con que se cometen.

En un repaso hemerográfico se puede hallar, no sin sentir una sensación de vacío en el estómago, un catálogo del terror en la administración de Calderón, encabezado por Santiago Meza López, "El Pozolero", detenido el 23 de enero de 2009, quien confesó haber disuelto en ácido los cuerpos de 300 enemigos del cártel de los hermanos Arellano Félix.

"El Pozolero" llenaba un barril de 200 litros con agua hirviendo y dos costales de sosa cáustica y allí colocaba los restos humanos durante unas ocho horas, después de las cuales sólo quedaba un líquido con los dientes y uñas del cadáver, que posteriormente arrojaba en basureros y donde les prendía fuego.

En esta cacería no escapa nadie y la violencia se pasea por todo el país. En mayo de 2007, en el choque más violento entre sicarios y policías, 22 personas murieron en Cananea, Sonora, donde cayeron 15 pistoleros, cuyos secuaces mataron a cinco policías y a dos civiles que habían secuestrado.

En 2008, hasta ahora el año más violento con 6,200 muertos a manos del crimen organizado, fueron asesinados 24 hombres cuyos cadáveres, con un tiro de gracia disparado por el sicario Raúl Villa, fueron abandonados el 12 de septiembre en el bosque de La Marquesa.

Tres días después, sicarios de "Los Zetas" lanzaron granadas contra la multitud congregada en la Plaza Cívica de Morelia donde se celebraba el Grito de Independencia, dejando ocho muertos y cien heridos.

También en 2008 fueron asesinados 12 hombres en Yucatán, cuyos cuerpos fueron decapitados y exhibidos por los delincuentes en un video subido a Youtube.

En diciembre de ese año, en Guerrero, la policía encontró los cuerpos decapitados de nueve militares. Junto a las cabezas se encontró una cartulina que señalaba que "esta es una de cal por dos de arena" y añadía: "por cada uno que me maten les vamos a matar a diez".

En ese mismo mes, pero en Tijuana, fueron encontrados nueve cadáveres decapitados, tres de las víctimas eran policías y  sobre sus cabezas los verdugos colocaron las identificaciones personales de los uniformados.

En octubre del año pasado, 11 militares fueron degollados y sus cuerpos tirados en varios puntos de Monterrey. Finalmente, en junio de 2009, la Policía halló los cadáveres de 11 hombres dentro de una camioneta abandonada sobre una carretera de Sonora. Nueve de los cuerpos fueron mutilados "de piernas y manos".

La sociedad ha pasado del susto y la consternación a la anestesia por la impotencia que le provoca ver que el gobierno no para este baño de sangre.



EEM
Utilidades Para Usted de El Periódico de México