Balaceras y bloqueos obligan a cerrar cines y mercados en ciudad mexicana

Nuevo Laredo, (AFP) - La ciudad mexicana de Nuevo Laredo, fronteriza con Estados Unidos, vivió una jornada de miedo el miércoles por balaceras entre pistoleros y bloqueos de vías, que dejaron a muchas personas atrapadas en cines y comercios que cerraron sus puertas, sin que las autoridades reporten víctimas.

"La situación de alerta permanece, hay algunas calles bloqueadas, recomendamos circular con precaución", se limitó a alertar a través de su página de facebook el gobierno de esta ciudad de 400,000 habitantes azotada por la violencia de las bandas vinculadas con el narcotráfico.

Este jueves funcionarios de la alcaldía, la policía y la fiscalía no entregaron reportes de víctimas. Según el diario mexicano Milenio, los disparos se escucharon incluso en la vecina ciudad estadounidense de Laredo (Texas) según testimoniaron autoridades.

Un corresponsal de AFP informó que durante las balaceras grupos de sicarios bloquearon con autos y camiones de remolque varias avenidas de Nuevo Laredo, uno de los principales cruces de mercancías mexicanas a Estados Unidos.

Varias salas de cine y centros comerciales en concurridas zonas de la ciudad cerraron sus puertas para proteger a sus clientes que fueron sacados por salidas de emergencia, mientras afuera se escuchaban ráfagas de fúsil.

En redes sociales de Internet circularon cientos de mensajes señalando los sitios de balaceras o bloqueos y sugiriendo permanecer en las casas.

El viernes otra jornada de balaceras dejó 12 muertos en distintos puntos de Nuevo Laredo.

La ciudad esta al norte del estado de Tamaulipas (noreste), escenario de una disputa entre el cartel del Golfo y sus antiguos aliados Los Zetas, una organización de ex militares desertores dedicados al crimen organizado, por el control de rutas del narcotráfico.

El 28 de julio un comando de pistoleros asesinó al candidato favorito para ganar la gobernación de Tamaulipas cuando iba al aeropuerto de Ciudad Victoria, capital del estado.

Según un balance oficial casi 25,000 personas han muerto en México desde finales de 2006 cuando el gobierno mexicano lanzó una campaña contra los cárteles que incluyó el despliegue de unos 50,000 militares.

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