Muerte de Ignacio Coronel daría un impulso a presidencia de Felipe Calderón

 José de Córdoba y Nicholas Casey/Dow Jones

Ciudad de México.- La muerte de uno de los principales narcotraficantes de México el jueves le dio un necesitado impulso al presidente Felipe Calderón, quien ha puesto el peso de su presidencia el arrebatarle el control del país a los poderosos sindicatos criminales.

Sin embargo, expertos advirtieron el viernes que la muerte de Ignacio "Nacho" Coronel, de 56 años, considerado como el tercer líder más importante del cartel de Sinaloa, la organización criminal más poderosa de México, podría conducir a un mayor derramamiento de sangre a medida que otros narcotraficantes luchan para ocupar su lugar.

Coronel fue abatido cuando se resistió a su captura por parte de soldados mexicanos, quienes descendieron de helicópteros sobre su mansión amurallada cerca a la ciudad de Guadalajara. El ministro de defensa de México dijo que Coronel mató a un soldado e hirió a otro antes de ser abatido.

"Ciertamente es bueno para Calderón y mejora las credenciales del ejército", dijo Bruce Bagley, un experto en narcotráfico de la Universidad de Miami.

Sin embargo, la muerte de Coronel no ha evitado que los carteles continúen ejerciendo su influencia en otras partes del país.

Hombres armados que se cree que pertenecen al cartel de Sinaloa han mantenido retenidos a tres de los cuatro periodistas que fueron secuestrados el lunes en el área de Torreón, en el norte del país. Los periodistas se encontraban cubriendo disturbios penitenciarios relacionados a asesinatos de reclusos que supuestamente trabajaban para los carteles. Uno de los periodistas fue liberado el jueves.

El consulado estadounidense en Ciudad Juárez, el consulado de EE.UU. más grande del mundo, cerró el viernes para completar una revisión de seguridad, luego de lo que una portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. llamó "una amenaza en el área". Por los últimos cuatro años, Ciudad Juárez ha sido un campo de batalla para los carteles.

Algunos expertos habían sugerido que el gobierno de Calderón y los militares estaban protegiendo al cartel de Sinaloa, el cual es liderado por Joaquín "El Chapo" Guzmán, quien ha escapado a la captura en repetidas ocasiones. El gobierno mexicano y los militares han negado repetidamente que estuvieran protegiendo a un cartel. La muerte de Coronel podría poner fin a esa especulación.

Bagley también advirtió que la muerte de Coronel podría desatar una sangrienta guerra de sucesión "Habrá un ajuste de cuentas a medida que gente en la organización se pregunte quién lo delató, quien aceptó un soborno y luego no cumplió", dijo.

Además, el tráfico seguirá en el mismo nivel pese a la muerte de Coronel, dice George W. Grayson, un profesor de la Universidad William & Mary y experto en narcóticos. El cartel de Sinaloa ha dividido sus operaciones entre los diferentes capos y la muerte de Coronel "no es un golpe mortal" a la organización, dijo.

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