Nacional - Seguridad y Justicia

EU cada vez más preocupado por la situación en México

2010-09-10

Adam Entous y Nathan Hodge/ Dow Jones

Washington.- El gobierno del presidente Barack Obama ve a la violencia relacionada con el narcotráfico que asola a México como una creciente amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos y ha iniciado una amplia revisión interagencial sobre las medidas que podrían adoptar los distintos organismos militares y de inteligencia para combatir lo que algunos altos funcionarios califican de narcoinsurgencia.

Funcionarios de EU y México dicen que varias agencias federales de defensa, como Northern Command (conocida como NorthCom, encargada de velar por la seguridad interna y colaborar con las autoridades locales, estatales y federales) y el Departamento de Seguridad Nacional analizan los activos aéreos, de vigilancia e inteligencia que podrían usar —tanto dentro de México como a lo largo de la frontera común entre ambos países— para ayudar a combatir a los carteles del narcotráfico, que han demostrado su capacidad de atentar contra objetivos civiles y militares.

Los funcionarios afirman que aún es incierto el grado de colaboración interna que aceptarán los mexicanos. No se ha considerado enviar soldados estadounidenses excepto aquellos en capacidad de oficiales de instrucción o enlace, afirman personas familiarizadas con la situación.

La revisión de la administración Obama es un reconocimiento tácito de que la llamada Iniciativa Mérida, por la cual el Congreso estadounidense destinó US$1,300 millones en tres años para ayudar a los esfuerzos mexicanos para decomisar drogas, ha sido insuficiente para frenar la violencia.

El almirante James Winnefeld, responsable de NorthCom, ordenó recientemente que se realizara una exhaustiva evalución de la posible ayuda militar, independiente de los actuales programas de capacitación e intercambio de información. "Se ha pedido a todo el [complejo] interagencial que analice qué más pueden hacer para ayudar a nuestros socios en México", dijo.

El almirante Mike Mullen, presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor, está "cada vez más más preocupado por el tema de la seguridad" y ha pedido a su personal que trabaje con NorthCom para explorar una mayor colaboración con el ejército mexicano, dijo un oficial estadounidense.

El gobierno mexicano parece estar cada vez más abierto a una mayor cooperación en parte porque la situación de seguridad "está empeorando", añadió el oficial.

"Ciertamente hemos alentado a EU a mejorar y profundizar la cooperación con México", indicó el embajador mexicano en Washington, Arturo Sarukhan.

Cualquier asistencia adicional de EU a México enfrenta obstáculos en ambos lados de la frontera. México ha sido reacio ha aceptar ayuda militar estadounidense directa y, ahora que el Pentágono está concentrado en Afganistán y su creciente campaña contra Al Qaeda, es incierto el interés dentro del Departamento de Defensa sobre un papel más relevante de EU, aunque México lo aceptara.

Los funcionarios estadounidenses están subiendo el tono de su retórica y han llegado la utilizar el término "insurgencia" para describir el desafío de los carteles mexicanos al gobierno. A los líderes mexicanos les molesta esta caracterización, una terminología usada para describir una guerra políticamente motivada contra un gobierno establecido, como la que mantienen los talibanes en Afganistán.

La secretaria de Estado Hillary Clinton utilizó el miércoles la palabra "insurgencia" para describir la violencia en México relacionada con el narcotráfico, diciendo que cada vez se parecía más a lo que vivió Colombia hace 20 años, cuando "los narcotraficantes controlaban ciertas partes del país".

Henry Crumpton, un ex alto funcionario antiterrorista de la CIA y del Departamento de Estado, dijo que calificar a los carteles de "insurgencia" es la forma correcta de enmarcar el problema, si bien es políticamente sensible por el temor a que el ejército trata de liderar el esfuerzo estadounidense para combatir el narcotráfico. "Esto es particularmente incendiario para los mexicanos", dijo Crumpton.

Si bien México está estrechamente relacionado con México económicamente, muchos mexicanos considerarían un mayor involucramiento del ejercito estadounidense en el conflicto como una violación a su soberanía.

En Estados Unidos, los republicanos han aprovechado los temas de seguridad fronteriza para acusar al presidente Obama y al Partido Demócrata de no hacer lo suficiente para evitar que la violencia en México llegue a EU

En agosto, Obama firmó una ley que destina 600 mdd para nueva tecnología en la frontera —incluidos dos nuevos vehículos aéreos no tripulados Predator— y más agentes para la Patrulla Fronteriza, aduanas y fuerzas del órden público.

Las agencias estadounidenses se han mostrado recelosas de compartir la información más sensibles debido a los temores de que algunos de sus colegas mexicanos podrían estar en la nómina de los carteles. "Esto es, para ponerlo de forma delicada, una situación extremadamente compleja. Asistimos a los mexicanos y estamos listos para hacer más", indicó un funcionario estadounidense antinarcóticos.

"Necesitamos reconocer lo que hace el presidente [Felipe] Calderón sobre este tema", indicó un ex funcionario estadounidense. "Pero alguien tendrá que darse cuenta de que allí hay una guerra en curso y necesitarán ayuda para combatirla".



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