Las desapariciones o "levantones" se multiplican en México

Por Leticia Pineda, AFP

MÉXICO.- Los secuestros y desapariciones (conocidas como "levantones") se han multiplicado en México en cinco años como parte de la guerra oficial contra el narcotráfico, sostienen ONG y políticos.

El caso más reciente fue el de 20 turistas plagiados hace una semana en el puerto de Acapulco (sur), sin que hasta el momento se sepa de su paradero.

"En los últimos cinco años el secuestro ha tenido un incremento de 317%", dijo a la AFP José Luis Obando presidente de la comisión de Seguridad Pública de la Cámara de Diputados, mientras los "levantones" -personas llevadas a la fuerza por hombres armados y de las que no se vuelve a saber- son más difíciles de cuantificar.

José Antonio Ortega, presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública, señala que aunque no hay una cifra precisa, reportes de prensa estiman que entre 2006 y 2009, se registraron 3,000 casos de personas dadas por desaparecidas tras ser "levantadas" por sicarios del narcotráfico.

Esa organización documentó 5.351 secuestros en los últimos cuatro años, sin especificar cuántos de ellos podrían ser "levantones".

"El término 'levantón' es un eufemismo para esconder lo que en derecho no sería otra cosa que una desaparición forzada o una privación ilegal de la libertad", explicó a la AFP Adrián Ramírez, presidente de la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos.

Ramírez señala que los reportes de "levantones" aumentaron desde que en diciembre de 2006 el gobierno del presidente Felipe Calderón decidió declarar la guerra al narcotráfico e involucró a los militares en la persecución de los carteles, desatando una escalada de violencia que desde entonces deja más de 28,000 muertos.

"La peor constatación de que los levantones es un fenómeno en aumento es la multiplicación de la aparición de fosas comunes" dice. Las denuncias de "levantones" se reproducen a lo largo de la geografía mexicana y podrían estar relacionadas también con la aparición de fosas comunes clandestinas como las descubiertas este año en los estados de Nuevo León (norte) y Guerrero (sur).

En el estado de Baja California (noroeste), se sospecha que decenas de las personas llevadas en "levantones" terminaron entre las 300 víctimas que un sólo sicario, apodado 'El Pozolero', admitió haber disuelto en acido por orden de un jefe del narcotráfico.

En el caso más reciente el motivo del plagio, la suerte corrida por los 20 turistas llevados por un comando armado cuando llegaban a Acapulco en cuatro vehículos para pasar el fin de semana, sigue siendo un misterio.

El gobernador del estado de Guerrero, donde está Acapulco, Zeferino Torre Blanca, insinuó que los turistas -según sus familias en su mayoría empleados de talleres de automóviles que ahorraron un año para conocer el puerto- podrían estar vinculados al crimen organizado, aunque luego la fiscalía señaló que ninguno tenía antecedentes.

"Este caso de Acapulco revela también la forma como las autoridades intentan minimizar lo ocurrido con los 'levantones', lo primero que se hace es tratar de presentar a las víctimas como culpables, es decir 'si se lo llevaron, por algo sería, andaría en malos pasos'", consideró Ramírez.

Casi una semana antes del caso de Acapulco, el 25 de septiembre, se denunció la desaparición de otros siete jóvenes, dos de ellos estadounidenses de origen mexicano, en el estado de Colima, también en la costa del Pacífico, y su suerte también sigue siendo un misterio.

Los ocurrido en Acapulco "es un caso muy grave, hasta ahora los secuestros masivos sólo pasaban con migrantes, pero ya se presenta con otros grupos de personas", dijo por su parte Ortega, del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública.

Una ley que aumenta la pena para los secuestros hasta 70 años, esta siendo actualmente discutida en el Congreso, pero no esta clara aún su utilidad para frenar los "levantones".

"Habría que ver la efectividad de aumentar las penas, mientras no se frene lsa impunidad que rodea los casos", señaló Ramírez.

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