EU emite alerta, escala violencia en el sur de Afganistán

 Rob Taylor, Reuters

Kabul, Afganistán.- Funcionarios estadounidenses en Kabul restringieron los desplazamientos de su personal en el sur de Afganistán, y advirtieron el lunes que habría más atentados después de un mortal asedio de dos días y ataques insurgentes que dejaron decenas de muertos.

La embajada estadounidense en Kabul emitió un boletín de seguridad en el que dice que ha recibido amenazas específicas de ataques en tres zonas de la volátil provincia de Helmand. No dio detalles sobre la naturaleza de las amenazas.

Helmand se encuentra al oeste de Kandahar, el lugar de nacimiento del movimiento talibán y el foco de los esfuerzos de decenas de miles de tropas de la OTAN y afganas en el último año para terminar con la insurgencia.

Soldados afganos, apoyados por fuerzas de la OTAN, sofocaron el lunes el remanente de un gran asalto lanzado el sábado por los talibanes en Kandahar, la mayor ciudad del sur, donde el complejo del gobernador y otras instalaciones clave fueron atacadas por suicidas con bomba y combatientes.

"El personal del Gobierno estadounidense en Marjah ha sido confinado en sus complejos debido a reportes de amenazas específicas contra instalaciones del Gobierno afgano en Marjah, Lashkar Gah y posiblemente Gereshk a partir de hoy", dijo el boletín estadounidense.

Lashkar Gah, la capital de Helmand, es una de las siete áreas donde comenzará en julio un traspaso gradual de las responsabilidad de seguridad a las tropas locales.

El traspaso es el primer paso de un plan bajo el cual todas las tropas de combate extranjeras dejarán Afganistán para fines del 2014.

Helmand ha sido testigo de uno de los peores combates en el conflicto de casi una década contra los talibanes y otros rebeldes islámicos. En 2010, miles de marines estadounidenses y fuerzas afganas asaltaron Marjah para despejarla de bastiones insurgentes, pero hallaron una fuerte resistencia.

Los talibanes declararon este mes el inicio de una nueva "ofensiva de primavera". Decenas de rebeldes han luchado contra las fuerzas afganas en la ciudad de Kandahar desde el sábado, destruyendo un hotel y un centro comercial hasta que el último combatiente murió el domingo.

El gobernador de Kandahar, Tooryalai Wesa, dijo que al menos 20 atacantes, muchos de ellos suicidas con bombas, murieron durante el operativo. Tres soldados afganos y un civil también perdieron la vida. Wesa agregó que 40 civiles y policías resultaron heridos.

Asimismo, en el este del país, tres civiles afganos murieron cuando un atacante suicida con bomba impactó su motocicleta contra una caravana de tropas extranjeras en la provincia de Laghman. Los talibanes se adjudicaron el asalto.

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