18 civiles muertos, el régimen rechaza plan árabe

DAMASCO, (AFP) - Al menos 18 civiles perdieron la vida este lunes en Siria, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al tiempo que las autoridades rechazaban una nueva iniciativa árabe que contemplaba la salida del presidente Bachar Al Assad.

Para el Gobierno sirio, el plan de la Liga Árabe anunciado el domingo en El Cairo es una "violación flagrante" de la Carta de la Liga Árabe.

Ante la represión ininterrumpida, pese a la prolongación de la misión de observadores árabes, la Unión Europea adoptó nuevas sanciones contra 22 miembros del aparato sirio de seguridad y otras ocho organizaciones suplementarias sirias.

"Siria rechaza las decisiones tomadas en su contra y fuera del plan de trabajo árabe, considera que afectan a la soberanía nacional y (constituyen) una flagrante interferencia en sus asuntos internos", según un responsable citado por la televisión.

El Consejo de Ministros de la Liga Árabe pidió a Asad que "delegue prerrogativas a su vicepresidente para tratar con un gobierno de unión" nacional que deberá estar formado "de aquí a dos meses" y "presidido por una personalidad de consenso" encargado de preparar elecciones parlamentarias y presidenciales "pluralistas y libres".

El documento pide al gobierno "y a todas las corrientes de la oposición que entablen un diálogo serio, bajo los auspicios de la Liga Árabe, en un plazo no superior a dos semanas, con el fin de lograr el objetivo de formar un gobierno de unión".

La Liga Árabe buscará ahora el respaldo de la ONU a sus iniciativas, decisión acogida de forma favorable por el jefe del Consejo Nacional Sirio (CNS), el más importante grupo de oposición, Burhan Ghaliun, que subrayó sin embargo que "cualquier transición en Siria deberá estar precedida de un anuncio de partida de Asad".

La misión de observadores árabes en Siria fue prolongada a pesar de las críticas sobre su incapacidad para detener la efusión de sangre.

Los observadores árabes fueron desplegados a partir del 26 de diciembre, luego que Damasco aprobara el protocolo que rige su misión, que incluye el cese de la violencia, la retirada de los tanques de las ciudades y la libre circulación de los medios de comunicación extranjeros. Ninguna de estas cláusulas se han cumplido.

El jefe de los observadores, el sudanés Mohammed Ahmed Al Dabi defendió el balance de su equipo y afirmó ante la prensa en El Cairo que "todos los vehículos blindados" fueron retirados de las ciudades sirias y la "violencia se redujo gradualmente" desde su despliegue.

Una resolución de condena de la represión en Siria, que ha causado más de 5.400 muertos desde marzo según la ONU, lleva semanas bloqueada en el Consejo de Seguridad por Rusia, aliada tradicional de Damasco y opuesta a toda injerencia en el conflicto.

A pesar del embargo europeo sobre las armas, Siria va a comprar a Rusia, su principal proveedor de armas desde el periodo soviético, 36 aviones militares de entrenamiento Yak-130, escribe el diario ruso Kommersant.

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