Reportajes

2014, el año de Felipe VI

2014-12-16

Los problemas de salud de Juan Carlos y los escándalos que le salpicaban desde hacía...

Por Ana Lázaro Verde

Madrid, 16 dic (dpa) - Eran las 10:32 horas del 2 de junio cuando el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, hizo el anuncio que marcó el inicio de una nueva era en la monarquía española: "Su majestad el rey don Juan Carlos acaba de comunicarme su decisión de abdicar".

La noticia causó gran revuelo en el país. Los problemas de salud de Juan Carlos y los escándalos que le salpicaban desde hacía tiempo habían abierto el debate sobre su posible renuncia al trono. Pero el monarca, de 76 años, zanjaba el tema cada vez que tenía ocasión.

"Quiero transmitiros como rey de España mi determinación de continuar estimulando la convivencia cívica en el desempeño fiel del mandato y las competencias que me atribuye el orden constitucional", especificó en su último discurso de Nochebuena, hace un año. Seis meses más tarde, el 19 de junio, su hijo, el hasta entonces heredero del trono español, de 46 años, se convertía en el rey Felipe VI en una solemne ceremonia celebrada en el Congreso de los Diputados.

Los gestos del cambio asomaron aquel mismo día. En su primer discurso, pronunciado en tono sereno y cercano, el nuevo monarca habló de futuro y de renovación. Apeló a la unidad de España, pero mostrando su respeto por las diferencias regionales en plena tensión por el desafío independentista de Cataluña, región del noreste del país.

A diferencia de la ceremonia protagonizada por Juan Carlos en 1976, pocos días después de la muerte del dictador Francisco Franco, Felipe juró ante la Constitución y no ante la Biblia. Se eliminaron los elementos religiosos y la misa que siguió a la proclamación de su padre fue sustuida por un acto laico.

Tras aquellos detalles vinieron otros. Felipe VI y su esposa, la reina Letizia, recibieron pocos días después por primera vez a representantes de colectivos homosexuales en un gesto inédito de la Casa Real española, que nunca les invitó durante los 39 años del reinado de Juan Carlos.

Los nuevos reyes se muestran más cercanos a los ciudadanos. En estos meses se les ha visto con ropa informal en el cine, donde Letizia sorprendió en una de las ocasiones haciéndose un "selfie" con dos jóvenes. Pero también han puesto en marcha medidas en pro de la transparencia y la modernización de la institución monárquica.

Felipe VI ya no podrá aceptar yates o ferraris, como hizo su padre. El monarca prohibió hace unos días a la familia real recibir obsequios de alto valor económico y favores que puedan comprometer "la dignidad" de sus funciones. Además, tampoco podrán trabajar en el sector privado, una orden que se interpretó como respuesta al caso de corrupción en el que está imputada su hermana, la infanta Cristina, y el marido de ésta, para el que la fiscalía pide casi 20 años de prisión.

Para el resto de monarquías europeas, 2014 fue un año mucho menos agitado. Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda, protagonistas junto con Bélgica del cambio generacional en 2013, celebraron los 200 años de los Oranje en el trono con una gran fiesta, mientras que en el vecino país centroeuropeo Felipe se estrenó evitando en la sombra que se repitiera el enfrentamiento entre flamencos y valones que vivió su padre. Alberto, que mantiene el título de rey, tiene aún pendiente de sentencia una demanda por paternidad.

En Londres, la noticia la volvieron a protagonizar los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, con el nuevo embarazo de ésta. No obstante, el príncipe Jorge tendrá que esperar hasta el año que viene para conocer a su hermanito. Y quienes sí pudieron dar la bienvenida a los nuevos miembros de la familia fueron los monegascos: la princesa Charlène dio a luz el 10 de diciembre a una niña y un niño, Gabriella Thérèse Marie y Jacques Honoré Rainier, que heredará el trono del príncipe Alberto.



EEM

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