Mensajería

Desafío para la humanidad

2022-10-12

David, Abraham y Jacob, entre tantos otros líderes -tus líderes amados-, hicieron...

 

"Frecuentemente, ¡Oh, Dios!, el dinero, el poder, la vanidad, la fama y las atracciones carnales, hablan más fuerte"

Nunca como hoy este pensamiento y reflexión es tan oportuno, en momentos en que el mundo se debate en la quimera de la ingobernabilidad; cuando los gobernantes han perdido el rumbo y no saben qué hacer. Ningún país es la excepción sobre las calamidades que les acontecen de una u otra forma, en mayor o menor grado, y cada día subiendo la intensidad. Ojalá y la humanidad volteara su visión hacia Dios para entender lo que nos pasa, tal como el sabio Salomón acostumbraba a hacerlo en complacencia con su pueblo, especialmente en situaciones difíciles o ante cualquier crisis que no se compararían como las que vivimos ahora. 

Desafortunadamente con gobiernos conformados por ateos perniciosos lejos estamos de lograr esta concientización para acercarnos y reconocer a un solo Dios, a Jehová, al Dios Único, no el del montón y el de las masas incrédulas. 

Basta con leer algunas de las Crónicas de Reyes en la Biblia para percatarnos de las analogías que se dan en cada época de la historia del mundo y las comparecencias del rey Salomón. Hoy, la corrupción es la corona que cada gobernante se pone cuando gobiernan. De allí que nos vienen tantas calamidades.

Así pues, que sirva para bien esta meditación que resulta oportuna para reflexionar. Finalmente, la salvación, como la muerte, es individual y a cada quién le llegará en su debido tiempo. Nadie escapará de la justicia de Dios. Este mensaje que sirva para entender lo que nos pasa o lo que podríamos hacer en esta época tan violenta y sanguinaria que vive el mundo a causa de la anarquía, la corrupción y la codicia, por la que la pobreza, la miseria y todas nuestras calamidades deben su existencia. Son aseveraciones filosóficas y de fundamento teológico. 

Esta reflexión resulta oportuna a la hora de encontrarle un sentido y explicación a esta época que estamos viviendo, especialmente ante un cambio tan violento en todas las esferas que conforman el mundo. En esta crisis existencial.

"Proclama a Dios"

¡Oh, Dios eterno, ¡y todo poderoso! ¡Todo honor y toda gloria sean dadas a tu Santo Nombre! ¡Nombre que está por encima de todos los nombres!

Los hombres, ¡Oh, Dios!, -desde que creaste al mundo- viven intentando organizar la vida en sociedad.

A cada época, surgen nuevos liderazgos; personas que pueden conducir la civilización más cerca de ti o más lejos.

Señor, así como David y Salomón, Josué y Ezequiel, enfrentaron terribles dificultades para conducir al pueblo según tu Ley, el mundo moderno también se siente desafiado. Hay siempre nuevas expectativas, e inmensas dificultades a enfrentar. 

Sin embargo, los líderes, -casi nunca- elijen amarte sobre todas las cosas. Frecuentemente, ¡Oh, Dios!, el dinero, el poder, la vanidad, la fama y las atracciones carnales, hablan más fuerte. 

Tu hijo Jesús afirmó: que nadie puede servir a dos señores, porque corre el riesgo de aburrirse de uno y amar al otro, o dedicarse a uno y hacer de menos al otro. No se puede servir a Dios y a las riquezas Señor. 

Nosotros sabemos perfectamente que no es posible establecer tu reino en la tierra sin que Jesucristo sea "todo en todos".

David, Abraham y Jacob, entre tantos otros líderes -tus líderes amados-, hicieron mucho en su tiempo para que las personas mantuviesen encendida la llama del Amor y la Fe. 

Sin embargo, no es preciso ser rey para establecer el derecho y la justicia como los grandes valores de la vida y del mundo. Cada uno de nosotros debe asumir este compromiso frente así mismo y a la familia.

Haz, Señor Dios, que continuemos la obra que iniciaste en el templo de tu Hijo Jesús, y despierta cada vez más en el corazón de tus hijos “para el servicio de tu reino”. 

Amén



aranza
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