Internacional - Política

Paul Pelosi, el marido que se ocupa de las tareas mundanas

2023-01-02

La pareja de Nancy Pelosi fundó una firma de inversión en capital de riesgo, pero...

Annie Karni, The New York Times

La pareja de Nancy Pelosi fundó una firma de inversión en capital de riesgo, pero desde que la presidenta de la Cámara de Representantes optó por la política, es quien compra las toallas de cocina y el guardarropa de ella.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, estaba pegada a la transmisión de CNN la noche que siguió a las elecciones de 2020, mientras su esposo, Paul Pelosi, sentado cerca de ella, abría un paquete.

“¿Qué es eso?”, le pregunta a su marido en una escena del nuevo documental de HBO, Pelosi in the House, dirigido por su hija Alexandra Pelosi.

“Toallas de cocina”, le responde el hombre con un ápice de ironía mientras revienta el papel burbuja del embalaje. Nancy Pelosi sonríe y luego vuelve a concentrarse en la cobertura electoral.

Este es solo un ejemplo de una dinámica que se observa a lo largo de todo el filme: Paul Pelosi, quien fue brutalmente agredido en la residencia de la pareja en San Francisco por un atacante cuyo objetivo, según se dijo, era la presidenta de la Cámara Baja, se ocupa de lo que su familia denomina el “negocio de vivir”. Esto le da a su esposa, quien dejará su cargo el 3 de enero cuando los republicanos asuman la mayoría de la Cámara de Representantes, la libertad de enfocarse en su trabajo político.

Es el tipo de relación que las mujeres que se dedican a la política rara vez mencionan, pero que a veces puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso: una pareja dispuesta a ocuparse de las tareas mundanas y del rol de apoyo que tradicionalmente recaía en las esposas de los políticos. Y aunque los Pelosi tienen una buena posición económica y pueden contratar toda la ayuda que necesitan en su hogar, el documental muestra que ser cónyuge de una figura política puede significar simplemente estar presente y luego hacerse a un lado.

En el transcurso de la película, mientras Nancy Pelosi atiende asuntos por teléfono con el exvicepresidente Mike Pence, el senador Chuck Schumer o Joe Biden, quien entonces era candidato a la presidencia, Paul Pelosi, de 82 años, un empresario multimillonario que fundó una firma de inversión en capital de riesgo, a menudo está en el mismo espacio atendiendo las necesidades cotidianas de la vida en común.

En una escena, la dirigente está en pijama elaborando estrategias en una llamada con el representante demócrata de Nueva York Jerrold Nadler, sobre el primer juicio político al presidente Donald Trump mientras Paul Pelosi, sentado frente a ella, habla por celular con un contratista que está intentando entrar a su casa en San Francisco para reparar una ducha averiada.

“No sé qué le pasó a esa llave”, dice Paul Pelosi, usando una palabrota.

La pareja se conoció cuando eran estudiantes universitarios en un curso de verano en la Universidad de Georgetown en 1961. Se casaron dos años después y tuvieron cinco hijos en seis años. Nancy Pelosi dedicó los primeros años de su matrimonio a ser madre y ama de casa en San Francisco y no se postuló al Congreso sino hasta cumplir más de 40 años. Lo que sucedió después fue algo que Paul Pelosi jamás pudo haber imaginado para su esposa ni para su familia, según su hija.

“Creo que esto no era lo que él tenía en mente en 1987”, dijo Alexandra Pelosi en una entrevista, en referencia al año en que su madre fue elegida por primera vez al Congreso. “Él solo tuvo que aceptarlo”.

Según su hija, a Paul Pelosi nunca le picó el bicho de la política. Le prohíbe a su familia hablar del tema en la mesa durante la cena. Pero con el correr de los años, ha estado al lado de su esposa en sus momentos políticos más importantes y ha asumido muchos de los deberes domésticos. Lava los platos, lidia con contratistas, paga las facturas y compra la ropa de Nancy Pelosi.

“Ella nunca ha ordenado toallas de cocina en su vida”, dijo Alexandra Pelosi. “Eso es algo que él siempre ha hecho. Él hace las compras, desde las toallas de cocina hasta el vestido Armani”.

“Tiene a Armani guardado en sus números de marcado rápido”, añadió, en referencia al diseñador italiano Giorgio Armani, uno de los favoritos de su madre. “Es esposo a tiempo completo”.

Alexandra Pelosi compartió más detalles: “El vestido que usó para la cena de Estado, lo mandó pedir él y se lo envió a mi hermana para que se lo probara”. (Se refería al vestido de noche dorado de lentejuelas de otro diseñador italiano, Giambattista Valli, que su madre lució en diciembre en una cena de Estado en la Casa Blanca para recibir al presidente de Francia, Emmanuel Macron).

El documental, que se centra en el ascenso y los logros profesionales de Nancy Pelosi, deja entrever cómo estar casada con una pareja comprensiva ayuda a crear un espacio laboral para una mujer que, durante años, fue la fuerza política más poderosa del Partido Demócrata en los tiempos recientes.

Con excepción de Hillary Clinton, pocas mujeres en la política han alcanzado la estatura de Pelosi y no hay muchos esposos como el suyo. El expresidente Bill Clinton fungió un papel de pareja de apoyo durante las dos campañas presidenciales de Clinton, pero luego de haber tenido él su turno.

Doug Emhoff ha asumido el papel de reparto como pareja de la vicepresidenta Kamala Harris, pero eso ha significado que él mismo se ha convertido en figura pública por derecho propio. Pelosi nunca ambicionó nada como eso.

“Él es una persona privada con una vida privada y una colección muy interesante de amigos, algunos de los cuales son republicanos”, dijo Alexandra Pelosi. “Él no buscaba este estilo de vida”.

Sin embargo, se adaptó, aseguró su hija. “Toda mujer necesita a un Paul Pelosi”.

En una escena del documental, Pelosi estaba limpiando los platos de desayuno en bata mientras su esposa hablaba con Pence. En un momento, ella se puso en mute y le mandó besos volados a su marido.

En una escena filmada en la campaña presidencial de 2020, Nancy Pelosi estaba al teléfono con Biden aconsejándole “no te vayas mucho a la izquierda”. Paul Pelosi estaba sentado junto a ella, leyendo su iPad y medio poniendo atención a la conversación de su esposa.

Él parecía cómodo con su papel de reparto.

“¿Estás haciendo fila para tomarte una foto con la presidenta de la Cámara?”, le gritó detrás de la cámara su hija a Paul Pelosi en una reunión en el Capitolio de Estados Unidos antes de uno de los discursos de Trump, mientras Nancy Pelosi estaba haciéndose fotos con gente que quería retratarse con ella.

“Ay, sí”, bromeó él.

El año siguiente, ahí estaba una vez más, sentado y botaneando mientras Pelosi trabajaba.

“Me enteré que Paul Pelosi andaba aquí”, bromeó su hija.

“Solo vine por los pistachos”, dijo él.

Cuando ella se preparaba para ingresar al recinto de la Cámara —donde al final rompería el discurso de Trump y lo desestimaría como un “manifiesto de falsedades”— su esposo estuvo con ella en el despacho ofreciéndole apoyo moral.

“Te ves fabulosa, cariño”, le dijo Pelosi.

Pese a sus apariciones en el documental, Paul Pelosi no siempre está al lado de su esposa, como sucedió en mayo, cuando sufrió un accidente automovilístico en el condado de Napa, California, y después se declaró culpable de un cargo de conducir bajo el efecto del alcohol. Nancy Pelosi estaba al otro lado del país, preparándose para dar un discurso de graduación en la Universidad de Brown.

“Está presente en los días importantes”, dijo Alexandra Pelosi. “En realidad solo lo hace porque ella le dice que tiene que ir. Las personas de este ámbito necesitan una familia que las apoye en los días importantes”.

En octubre, Paul Pelosi fue atacado con un martillo en la residencia de la pareja en San Francisco por un hombre que más tarde se dijo que buscaba agredir a la presidenta de la Cámara de Representantes. Aunque sufrió lesiones graves en la cabeza, en los últimos días se le ha visto acompañando a su esposa en diversos eventos, como la ceremonia de develación de su retrato en el Capitolio y la celebración de los Kennedy Center Honors.

Sin embargo, la cineasta afirmó que su padre aún debe enfrentar un largo camino para su recuperación. “Tiene días buenos y días malos”, explicó y comentó que tiene estrés postraumático y se agota con facilidad.

El ataque contra el hombre que ha sido el pilar silencioso de la vida de la familia Pelosi ha ocasionado estragos en todos sus integrantes. En una entrevista reciente con Anderson Cooper de CNN, la presidenta de la Cámara Baja dijo: “Para mí, esta es la parte realmente difícil, porque Paul no era el objetivo y él es quien está pagando el precio”.

“No buscaba a Paul, sino que iba por mí”, agregó.

Su hija expresó que uno de los aspectos más incómodos de esta terrible experiencia ha sido la atención pública que se ha centrado en una persona que siempre ha intentado eludirla.

“Él ha evitado el protagonismo todo lo que ha podido”, afirmó. “Casi llegó al final sin que nadie supiera quién es”.



JMRS
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