Entre la Espada y la Pared
¿Se prepara Corea del Norte para la guerra en 2024?
Por Julian Ryall | DW
Kim Jong-un intensifica una vez más la retórica de guerra de Corea del Norte contra Corea del Sur y Estados Unidos. Esta vez, los analistas advierten que la amenaza va más allá de las fanfarronadas habituales.
El líder norcoreano,Kim Jong-un, terminó 2023 con un encendido discurso político ante la dirección del Partido Comunista, prescindiendo de la posibilidad de una reunificación pacífica con Corea del Sur y calificando la relación como la de "dos países hostiles y dos beligerantes en guerra", informó la agencia estatal KCNA.
Kim pidió una expansión "exponencial" del arsenal nuclear de Corea del Norte y un aumento de las pruebas de misiles balísticos. Prometió lanzar tres nuevos satélites espías. Acusó a Corea del Sur y Estados Unidos de "medidas imprudentes" en preparación para una "invasión" y advirtió que "una guerra puede estallar en cualquier momento en la península de Corea".
Corea del Norte lanzó una cantidad récord de misiles en 2023, incluyendo lo que afirmó en diciembre que era un misil balístico intercontinental (ICBM), con capacidad nuclear que podría alcanzar cualquier lugar de Estados Unidos. También lanzó un cohete a finales de 2023, que puso en órbita un satélite espía.
En su último lanzamiento, el domingo, Corea del Norte dijo que había disparado con éxito un misil balístico hipersónico de alcance intermedio. Además, satélites estadounidenses han detectado la modernización y ampliación del Complejo Químico Manpho Unha de Corea del Norte, vinculado a la producción de sustancias químicas utilizadas como combustible para misiles y reactivos para armas nucleares.
En diciembre, la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) informó que un segundo reactor nuclear está operativo en Yongbyon y podría usarse para producir combustible apto para armas.
La situación "más peligrosa" en décadas
Un artículo reciente publicado por 38 North, un sitio web de análisis de Corea del Norte dirigido por el Stimson Center, con sede en Washington, advierte: "Esto puede parecer demasiado dramático, pero creemos que, al igual que su abuelo en 1950, Kim Jong Un tomó la decisión estratégica de ir a la guerra".
"No sabemos cuándo ni cómo planea Kim apretar el gatillo, pero el peligro ya va mucho más allá de las advertencias rutinarias en Washington, Seúl y Tokio sobre las 'provocaciones' de Pyongyang", escriben Robert Carlin, exjefe de la División del Noreste Asiático del Departamento de Estado de Estados Unidos, y Siegfried Hecker, profesor de estudios de no proliferación en el Instituto Middlebury de Estudios Internacionales de Monterrey.
Según ellos, la situación en la Península de Corea es "más peligrosa que en cualquier momento desde principios de junio de 1950", cuando estalló la Guerra de Corea.
¿Qué ha cambiado?
Es "crucialmente importante" comprender "cuán central era el objetivo de mejorar las relaciones con Estados Unidos para los tres Kim que lideraron Corea del Norte", dicen los autores. El abandono total de ese objetivo por parte del Norte ha cambiado profundamente el panorama estratégico en Corea y sus alrededores, advierten.
El fracaso de la cumbre de Hanoi de 2019 entre Kim y el expresidente estadounidense Donald Trump fue una "pérdida traumática de prestigio para Kim". Las conversaciones se centraron en la posibilidad de un alivio de las sanciones a cambio de que Corea del Norte se comprometiera a poner fin a su programa de armas, pero ninguna de las dos cosas tuvo éxito, recuerdan los analistas.
Cinco años después, el Norte está desarrollando vínculos con Rusia y apoya la guerra de Moscú en Ucrania con disparos de artillería. Además, Pyongyang considera que Estados Unidos se encuentra en una "retirada global".
¿Sigue siendo 'racional' Corea del Norte?
"Los llamados a armarse para la guerra no son inusuales en Corea del Norte", difiere Garren Mulloy, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Daito Bunka de Tokio y especialista en cuestiones militares. Su preocupación es que "cualquier señal de debilidad por parte de Occidente" en Medio Oriente, Ucrania o cualquier otro lugar pueda darle a Kim la impresión "de que esta puede ser una oportunidad irrepetible, demasiado buena para dejarla pasar".
Ryo Hinata-Yamaguchi, profesor asistente de relaciones internacionales en la Universidad de Tokio, concuerda en que el momento de una aventura militar no favorece a Corea del Norte en la actualidad, y considera que el país puede depender del apoyo de Moscú y Pekín, "pero no confía lo suficiente en ellos como para estar seguro de que acudirán en su ayuda en caso de una guerra", dice a DW.
"Mi gran preocupación no es tanto un ataque planeado contra Corea del Sur o Japón, sino un ruido de sables que conduzca a malentendidos y a un conflicto involuntario", advierte Hinata-Yamaguchi.
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