Internacional - Economía

La inflación de la eurozona cae, pero las cifras subyacentes pueden decepcionar

2024-02-01

La leve decepción se produjo cuando la inflación de los servicios se mantuvo estable...

 

FRÁNCFORT, 1 feb (Reuters) - La inflación de la zona euro disminuyó el mes pasado, tal y como se esperaba, pero la presión subyacente sobre los precios cayó menos de lo previsto, lo que probablemente refuerce el argumento del Banco Central Europeo de que no hay que precipitarse en los recortes de tipos, aunque la próxima medida siga siendo la relajación de la política monetaria.

La inflación al consumo en los 20 países que comparten el euro cayó al 2,8% en enero, desde el 2,9% de diciembre, en línea con las expectativas y acercándose al objetivo del 2% fijado por el BCE, mostraron el jueves los datos de Eurostat, la agencia estadística de la UE.

El crecimiento de los precios, muy alejado del máximo de dos dígitos alcanzado a finales de 2022, disminuyó debido a la ralentización de la inflación de los alimentos no elaborados, la energía y los bienes industriales.

Pero el crecimiento de los precios subyacentes, una medida clave que vigila el BCE porque excluye los costes volátiles de los alimentos y la energía, sólo bajó al 3,3% desde el 3,4% y superó las previsiones del 3,2%.

La leve decepción se produjo cuando la inflación de los servicios se mantuvo estable en el 4,0%, lo que apunta a la persistencia de las presiones sobre los precios, en particular sobre los salarios.

Aunque el BCE insistió la semana pasada en que ni siquiera se está debatiendo un recorte de tipos, los dirigentes monetarios se muestran cada vez más confiados en que la inflación está bajo control, lo que sugiere que el banco se acerca a un ciclo de relajación.

Estas apuestas recibieron otro espaldarazo el día anterior, cuando el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, adoptó un tono igualmente optimista, hablando abiertamente de la posibilidad de recortes de tipos, aunque dijo que marzo era probablemente demasiado pronto.

Para el BCE, los inversores prevén ahora un total de 142 puntos básicos de recortes de tipos este año, con el primer paso en abril prácticamente descontado. Los mercados prevén recortes en cada reunión del BCE este año.

Aunque el BCE ha rechazado las apuestas del mercado, la diferencia real entre ambas partes es bastante pequeña y el debate se centra en si el primer recorte debe producirse en abril o en junio, una diferencia menor dado que la política monetaria funciona con un desfase de 12 a 18 meses.

El propio BCE espera que la inflación no alcance su objetivo del 2% hasta 2025, pero los economistas del mercado e incluso el propio vicepresidente del banco hablan abiertamente de la posibilidad de una desinflación más rápida.

Los precios de la energía son más bajos de lo previsto, el comercio exterior sigue siendo débil, el crecimiento salarial ha desafiado las expectativas pesimistas y el mercado laboral ha empezado a suavizarse, todo lo cual apunta en la dirección de una relajación de las presiones sobre los precios.

El problema es que un descenso más rápido de la inflación supondría un aumento de los tipos de interés reales (o ajustados a la inflación), por lo que el BCE estaría endureciendo su política monetaria justo cuando los precios están bajo control y se está debatiendo la posibilidad de relajarla.

 



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