Internacional - Economía
Pekín, Tokio y Seúl: cumbre trilateral pese al recelo
Por Martin Fritz | DW
Las tres economías más grandes de Asia quieren ampliar sus relaciones económicas y negociar un acuerdo de libre comercio, a pesar de la desconfianza política.
Por primera vez en más de cuatro años, los líderes de Corea del Sur, China y Japón se reunieron en una cumbre trilateral este lunes (27 de mayo) en Seúl, donde acordaron establecer una cooperación económica más sólida y reactivar las negociaciones sobre un acuerdo de libre comercio.
Otro objetivo es que la península de Corea esté libre de armas nucleares. China, el aliado más cercano al régimen comunista de Pyongyang, también declaró su oposición al programa nuclear de Corea del Norte.
Los tres países también quieren promover su cooperación en materia de desarrollo sostenible, salud, ciencia y tecnología y gestión de desastres.
El anfitrión, el presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, había hablado previamente con el primer ministro de China, Li Qiang, y el primer ministro de Japón, Fumio Kishida. Debido a asuntos aún no resueltos a fondo relativos a culpas en la Segunda Guerra Mundial, las relaciones entre estos países son muy complicadas y subsiste la desconfianza, casi 80 años después del fin de ese conflicto. Desde el punto de vista militar, Tokio y Seúl están bajo el paraguas protector de Estados Unidos, mientras que China está expandiendo rápidamente sus actividades en el Pacífico.
"Esta cumbre marca un punto de inflexión en el restablecimiento y normalización total del sistema de cooperación trilateral. Proporciona impulso para una cooperación práctica orientada al futuro, que beneficiará a la población de los tres países", dijo el asesor adjunto de Seguridad Nacional de Corea del Sur, Kim Tae Hyo, en Seúl. Según él, la cuestión de Taiwán "no tendría ningún impacto" en la cumbre. China había criticado duramente a Japón y Corea del Sur por permitir que algunos de sus legisladores asistieran a la toma de posesión del presidente democráticamente elegido, William Lai Ching Te, en Taipéi.
Otro contexto político
La situación política de este encuentro es completamente diferente a la de la última cumbre en 2019: debido a su alianza con Rusia, intimidación sobre Taiwán y deseo de hegemonía, Pekín alimenta la sensación de crisis en Japón y Corea del Sur. Japón y Corea del Sur, por su parte, pusieron fin a su disputa sobre la compensación de los trabajadores forzados y comenzaron a fortalecer la seguridad regional junto con Estados Unidos para contener militarmente a China.
"Los tres países siguen una estrategia geopolítica común, y se concentran en el nuevo espacio geopolítico Indo-Pacífico, en el que tiene lugar la competencia con China", explicó Sebastian Maslow, profesor asociado de estudios internacionales japoneses en el Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad de Tokio.
La reunión tripartita en Seúl "debe interpretarse como un intento de Pekín de frenar la dinámica de la política de seguridad entre Japón, Corea del Sur y Estados Unidos", afirmó el politólogo alemán.
Y de hecho, según el periódico japonés Nikkei, China se había resistido, desde hace tiempo, a la petición de Corea del Sur, como anfitrión por turno, de fijar una fecha para una cumbre tripartita que, en realidad, tendría que celebrarse cada año. El rotativo indica que Pekín no está satisfecho con el acercamiento de Japón y Corea del Sur hacia Estados Unidos en política de seguridad, y su objetivo era utilizar la cumbre como carnada, para abrir una brecha entre Tokio y Seúl, por un lado, y Washington, por el otro.
Replanteamiento de China
Pekín cambió de actitud ahora, porque el presidente surcoreano ignora constantemente la presión china. Además, la primera cumbre conjunta e histórica entre Fumio Kishida y Yoon Suk Yeol con el presidente estadounidense, Joe Biden, en Camp David, en agosto de 2023, hizo saltar las alarmas en China.
Pero Tokio y Seúl también tienen buenas razones para seguir negociando con China: es el socio comercial más importante de Corea del Sur y el segundo de Japón. Ambos países deben buscar el equilibrio entre la interdependencia económica y la política de seguridad.
Además, Tokio y Seúl están preocupados por las armas de Corea del Norte, nuevo socio de Rusia. Como socio comercial más importante, China tiene una gran influencia sobre Corea del Norte.
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