Como Anillo al Dedo

Alfombra roja: Boris Johnson

2016-06-27

A Boris Johnson o se le ama o se le odia. La misma simpatía que generaba entre los...

POLÍTICA EXTERIOR 

APODO: Boris Brexit Johnson.

FRASE: “La salida de la Unión Europea no significará aislacionismo, sino todo lo contrario”.

CURRÍCULO: Boris Johnson dejó la alcaldía de Londres hace solo un mes, pero ya tiene ante sus ojos un proyecto mucho más ambicioso. Nacido en 1964, Johnson estudió en colegios prestigiosos como Eton para después graduarse en Humanidades en la Universidad de Oxford. Trabajó como periodista en periódicos conservadores como The Times y alcanzó cierta fama en el programa televisivo Have I got news for you?, aunque no sin controversia. Fue también corresponsal en Bruselas para The Telegraph. Fue en esa época cuando se convirtió en el periodista favorito de Margaret Thatcher, gracias a sus artículos críticos con las instituciones europeas. Oportunismo político aparte, su euroescepticismo tiene, por tanto, pedigrí.

Entró a la Cámara de los Comunes en 2001 por el distrito de Henley como miembro del Partido Conservador. Este tory pronto se convirtió en una de las caras más visibles del partido. En 2004 fue ministro en la sombra de Artes bajo el liderazgo de Michael Horward, puesto que tuvo que abandonar por un escándalo de infidelidades. Volvió a ser ministro en la sombra en 2005, esta vez de Educación, cuando David Cameron se convirtió en líder de los conservadores. Salió a la luz un nuevo escándalo, pero Cameron hizo oídos sordos. Aprovechando su perfil mediático y tras una década en la oposición, Johnson pareció el candidato conservador idóneo para la alcaldía de Londres. Acertada predicción: en mayo de 2008, Ken Livingstone dejaba la alcaldía para dar paso a Johnson. Entre sus mayores éxitos está la celebración de los Juegos Olímpicos en la capital británico. Tras dos mandatos, sin embargo, Johnson no ha tenido la capacidad para asegurar su legado: en mayo Sadiq Khan devolvió la City a los laboristas.

MÉRITOS: Johnson no ha tenido apenas tiempo para coger aire desde que abandonó la alcaldía. La mayor parte de Europa se ha despertado hoy desconcertada ante el resultado del referéndum sobre la pertenencia de Reino Unido a la Unión Europea. No ha sido el caso de Johnson, quien ha visto cumplida su apuesta por el Brexit. Reconoció arriesgar su carrera política con ello, pero no dudó en liderar la campaña a favor de la salida de la UE, lo que le enfrentó a Cameron. Durante la camapaña, llegó a decir que la UE quería crear un super Estado, al igual que hizo Hitler. Hoy modera sus palabras y declara que Reino Unido no tiene prisa para invocar el artículo 50 del Tratado de la UE.

A Boris Johnson o se le ama o se le odia. La misma simpatía que generaba entre los ciudadanos se traducía en rechazo en la clase política. Es un secreto a voces que Johnson siempre ha querido arrebatarle a Cameron las llaves del número 10 de Downing Street, pero ni siquiera él ha creído nunca tener las aptitudes para ser primer ministro. Sin embargo, el referéndum ha propiciado algo más que la salida de Reino Unido. No solo porque se abre de nuevo la posibilidad de la independencia de Escocia, sino porque Cameron ha anunciado que abandonará su puesto en octubre. Y la mayoría de las miradas apuntan a Johnson para sustituirle, con permiso de George Osborne.

Johnson, fácilmente reconocible por su despeinada melena rubia y su bicicleta como medio de transporte, irónicamente pasó parte de su infancia en Bruselas. Es mediático y casi hiperactivo –dirían algunos– y no presenta el perfil típico de un tory británico. Se ha declarado admirador de Winston Churchill, quien ha sido invocado por ambos bandos en la campaña por el referéndum. Y tras depositar la papeleta correcta en la urna el pasado 23 de junio, tiene ahora la oportunidad de liderar el país que tanto dice defender.



JMRS
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