Policrato Philodemos
Propuesta Ciudadana
Almte. Manuel Rodríguez Gordillo
"En el mar de la corrupción las virtudes se hunden como plomo, y el deshonor
y el cinismo son salvavidas para flotar en las miasmas de esa infamia"
"Una medida anticorrupción"
ANTECEDENTES
Para hurgar en los antecedentes de la corrupción, que como riada putrefacta está ahogando a las instituciones y a la sociedad en nuestro país, es necesario remontarse a los orígenes de la sociedad novohispana que nos antecedió, ya que fue el crisol donde se fundieron las culturas que formaron al mexicano de nuestros días como un ser singular, que actualmente se destaca entre la variedad existente en el concierto humano.
Posterior a la consolidación de la conquista del Anáhuac, el territorio que ocupa el México actual fue bautizado por los vencedores como “Nueva España”, dando inicio a un proceso de mestizaje étnico y cultural debido al gran número de migrantes españoles que llegaron, quienes venían impulsados por el afán de riquezas y de aventuras, no para fundar una nación sino para aprovechar los recursos de una colonia subordinada a la metrópoli española, tierra a la que en su imaginario veían como promisoria y llena de riquezas, lo que les permitiría “hacer las Américas”, esto es, vinieron sin desarraigarse del lugar donde nacieron, y con la única intención de enriquecerse de la manera más rápida posible, para así poder regresar a España como potentados (“indianos” acaudalados), condición que les daría respeto, oportunidad de comprar títulos de nobleza y de acceder a toda clase de comodidades en su terruño.
Esta visión aventurera y ambiciosa nos permite vislumbrar que no les interesaba el desarrollo del nuevo lugar, ya que solo lo veían como botín, lo que explica el porqué nunca hubo el intento de elaborar un proyecto de nación ni de desarrollo, más allá del necesario para la explotación de las riquezas, dado que siempre vivieron y trabajaron con la idea de enriquecerse y regresar a España. Este panorama emula actualmente la mentalidad y actitud de los mexicanos que cruzan la frontera norte del país y que logran ingresar a los EE. UU. para trabajar como “Braceros” o “Mojados”, no para integrarse a la sociedad norteamericana sino para buscar trabajo y poder ahorrar el dinero necesario, que les permita regresar a México y hacerse de una casa en su pueblo de origen.
En el caso de los migrantes españoles, quienes vinieron a la entonces “Nueva España” para hacer las Américas y regresar a España cargados de oro y de riquezas, la historia nos señala que fueron pocos los que lograron realizar dicho empeño, muchos murieron en el intento y otros más nunca pudieron regresar, pero desde entonces quedó sembrada la idea de que este territorio es únicamente tierra de conquista,como botín disponible para quien se le presente la oportunidad de saquear sus riquezas, misma que perdura hasta nuestros días como herencia maldita (que la independencia, la reforma, ni la revolución pudieron arrancar), mentalidad compartida actualmente por muchos, ya se trate de industriales, de políticos de altos vuelos, líderes sindicales, o capos de algún cártel criminal, y no como un lugar respetable y digno de ser atendido, para en él desarrollar una nación fuerte y con futuro para nuestros descendientes.
Lo anterior se puede confirmar fácilmente hurgando en la historia de los grandes capitales existentes en México, así como en la riqueza insultante obtenida a través de la prevaricación, de la que presumen la mayoría de los funcionarios que ocupan (o que han ocupado), altos puestos políticos o sindicales, quienes al lograr riquezas ¿inexplicables? (generalmente de manera ilícita), lo primero que hacen es convertirlas a dólares, o a cualquier divisa fuerte extranjera, para enseguida depositarlas en bancos extranjeros, o bien para hacer inversiones en otros países, ya sea comprando fincas, desarrollos inmobiliarios, y/o residencias o castillos fuera de México (Dublin, Miami, San Diego, Connecticut, Paris, Roma, Madrid, etc. etc.), lo que muestra que la mayoría de quienes ocuparon u ocupan altos puestos de dirección en la política mexicana y que toman decisiones que afectan a México y a los mexicanos, no empatan su desarrollo personal ni su futuro con el desarrollo y futuro de México, sino que lo visualizan con el país que han escogido asentarse en el futuro, motivo por lo que sitúan allí las riquezas que hicieron en México. Estos individuos no son patriotas, sino tránsfugas que llevan el patriotismo en el bolsillo según convenga, su mentalidad es la misma de quienes en el pasado colonial vinieron a “Hacer las Américas”, no les interesa México ni los mexicanos, más allá de verlos como botín de bucanero y trampolín para saltar a otro país.
De la misma manera y en defensa del patrimonio de todos los mexicanos cabría hacer la siguiente analogía, que casa perfectamente con la situación descrita y por la que está atravesando nuestro país, siendo esta la siguiente:
Sería impensable para los dueños de una empresa el que contrataran como administrador o gerente de esta, a una persona que tuviese fuertes compromisos (por empatía, familiares, ideológicos, o económicos), con otra empresa semejante y competidora de la que tiene, dado que las decisiones que tome esta persona al manejarla como administrador o como gerente de ella, podrían estar influidas por sus compromisos previos ( ajenos a los de la empresa de su patrón ), dirigiéndolos a favor de la empresa competidora, en detrimento de la que lo contrató como administrador o gerente.
La analogía descrita nos muestra claramente lo absurdo de la situación reinante en nuestro país, dado que un gran número de nuestros altos funcionarios con capacidad legal para tomar decisiones que inciden en el futuro de México y de todos los mexicanos, son individuos con escaso o nulo patriotismo (compromiso con México), ya que tienen su fortuna en dólares norteamericanos, guardados en bancos extranjeros, o que poseen inversiones fuera de nuestro país, y/o que tienen residencias en otros países, lo que hace evidente sus compromisos (y obligaciones), en y con otros países, y no con México como sería de esperarse... circunstancias que nos obliga a preguntarnos..... ¿Estos funcionarios se sentirán identificados con México y con los mexicanos?... la respuesta nos la dan las evidencias, que hablan por sí mismas... sin embargo son estas las personas que gobiernan a México.... pero.... ¿Lo harán a favor de los intereses nacionales?... ¿Sacrificarán los intereses de México a favor de sus compromisos en el extranjero?... es una duda que permanece clavada dolorosamente en la mente de la mayoría de los mexicanos.
Lo descrito anteriormente es por desgracia la principal causa de la falta de valores y de lealtad a México, que vemos cotidianamente en muchos de nuestros altos funcionarios y hombres de negocios, siendo también el origen de las múltiples formas de corrupción que padecemos, como son la simulación, el inmediatismo coyuntural y la improvisación en los programas de gobierno (entre otras muchas), corrupción y “valemadrismo” que han pospuesto sempiternamente la creación de una infraestructura necesaria para sostener un verdadero desarrollo en México, que vaya dentro de un proyecto de nación a mediano y largo plazo.
Dadas las circunstancias históricas y actuales, que han sido descritas anteriormente como causas del grave estado de corrupción existente, y buscando que las decisiones torales para México y los mexicanos sean hechas por verdaderos patriotas (personas que estén totalmente comprometidos con su país), se presenta la siguiente propuesta a las cámaras legislativas y a la ciudadanía, para que sea anexada a la Ley Anticorrupción vigente, como una actualización necesaria y complemento de ella, ante la gravedad y escalamiento del problema, por lo que se presenta la siguiente:
PROPUESTA
I.- Que para ser candidato de asumir el cargo de director de área o de nivel superior en la administración pública, en cualquiera de los tres niveles de gobierno, se requiere cumplir con los siguientes requisitos:
a.- No tener cuentas bancarias en moneda distinta a la divisa nacional en instituciones bancarias o financieras del país o del extranjero, ya sea personalmente, a través de interpósitas personas (prestanombres), o de familiares.
b.- No tener bienes en el extranjero, ya se trate de inversiones bursátiles, cuentas bancarias, bienes raíces, o bonos financieros fincados en países distintos a México, ya sea propios, a través de prestanombres, o de familiares.
II.- El incumplimiento de los preceptos establecidos en los párrafos “a” y “b” del inciso “I”, o la violación de los mismos por funcionarios de gobierno de categoría de director de área o de nivel superior en ejercicio de su cargo, será motivo bastante y suficiente para su destitución inmediata.
COMENTARIO
De ser considerada y aprobada la esta propuesta, además de impedir el arribismo de políticos tránsfugas y vende patrias a los altos puestos del poder, penalizará la deslealtad a México, así como el que facilitaría el combate al lavado de dinero por funcionarios de gobierno, así como la recuperación y decomiso del dinero substraído del erario por funcionarios venales, o de bienes obtenidos con dicho dinero, ya que toda la investigación y proceso se haría bajo la jurisdicción de nuestras leyes y en territorio nacional.
JMRS