La Visión del Bucanero

La exigencia como parte importante del desarrollo

2017-12-11

La exigencia es el patrón de conducta que obliga a cumplir en forma estricta, en detalle y...

Grumete Exigente

Exigencia

La exigencia es el patrón de conducta que obliga a cumplir en forma estricta, en detalle y completa,con los planes hechos previamente, sin que admita margen de flexibilidad, sin escusa ni pretexto.

En una sociedad competitiva, las exigencias se pueden encontrar y determinar al tener que superar el rendimiento de los demás para alcanzar una posición notable que de beneficios, requerimiento que demanda la más alta eficiencia en la forma y en el método o proceso de hacer las cosas. También se encuentra en las fuerzas militares.

Estamos convencidos que para poder alcanzar un alto nivel de excelencia es necesaria la exigencia, sin embargo, no siempre se obtienen los mejores resultados siendo exigentes con uno mismo o con los demás.

Significado de exigencia:

Lo “que” se exige a otro con derecho.

¿“Que” podría exigirse?

Acciones: Atención, dedicación, disposición, puntualidad, honradez, compromiso, información, buen trato, lealtad, resultados, etc.

Cosas; Dinero, bienes, etc.

Significado de exigir:

Pedir “algo” por derecho: demandar enérgicamente.

¿Qué podría ser ese “algo”?

Asesoría, habilidad, seguridad, rentas, tributos, honradez, etc.

Aplicaciones:

Cuando la exigencia se asocia con frases que encierran algún tipo de percepción, sospecha o juicio, la idea final puede cambiar a una pretensión negativa o positiva, según se aprecie.

Ejemplos:

Pretensión exagerada: La Reina tiene demasiadas exigencias.

Pretensión de derecho: La Reina tiene el derecho de ser exigente.

Pretensión de un requisito: La exigencia de una situación crítica es la intervención urgente.

Pretensión desmedida: Las logias hacían del secreto la mayor exigencia.

Pretensión de esfuerzo físico o mental: Con gran exigencia de si mismo, logró terminar la Carrera.

Pretensión educativa: El conjunto de procedimientos y obligaciones a cumplir por los maestros y los alumnos son exigencias académicas para lograr una mejor calidad de la enseñanza y el aprendizaje.

Pretensión de obligación: Las profesiones tienen exigencias propias.

Pretensión imperiosa de pedir con derecho: El gobierno cobra: impuestos, derechos, tributos, rentas, cuotas, etc.

Pretensión Social: La exigencia para formar parte de una sociedad armónica,  es cumplir cabalmente con las leyes, normas, reglamentos, etc. elaboradas para mantener el orden y la limpieza que permita la convivencia feliz, amplia y consciente de la sociedad. Lo contrario es “desorden”, “suciedad”, “estancamiento”, “frustración”, “abuso”, “violencia” y “caos”.

Pretensión de la familia: La exigencia familiar es que cada miembro interprete su papel lo mejor posible, oyendo las recomendaciones de su religión, basados en los valores humanos y filosóficos de los grandes maestros, llevados a la práctica con efectividad y sensatez.

La fe, la esperanza y el amor al próximo son conceptos bien recibidos por los países desarrollados para enseñar a sus pueblos, mucho más que las enseñanzas que ofrecen los que no creen en nada (ateos) y que en cualquier momento las convierten en fanáticas o extremistas.  

Pretensión Política: Es la exigencia de pasar a la historia como un dirigente justo, firme, honrado, emprendedor y visionario. Lo   contrario es “populismo” por exceso de tolerancia y nepotismo que llevan a la “anarquía” y “corrupción”, agrediendo el Estado de derecho.

Las exigencias de la “corrupción” son el robo institucional y la asociación delictiva. La ausencia de estas conservan el “Estado de derecho”, la permanencia del robo institucional es “Dictadura”

Las exigencias de las leyes y los reglamentos derivados de las mismas, son: la claridad y la sencillez con que fueron elaborados y la justicia, determinación y firmeza para que se apliquen a todos en general (sin excepción), son los factores que genera confianza en las autoridades. Lo contrario es “nepotismo” u “omisión” y genera “inseguridad” y “desconfianza”

La exigencia de un “buen político” es manifestarse con “vocación” y “honradez” para servir con orgullo a su país.

Las exigencias de las autoridades policiacas es desarrollar correctamente su oficio, o sea: mantenerse alerta, intervenir para convencer y corregir, actuando con valor y firmeza. Lo contrario es “servilismo” o “cobardía”.

La exigencia de los Directivos políticos es representar cabalmente a la ciudadanía, administrando con honradez los recursos del país, haciendo uso inteligente de los mismos en beneficio del bienestar del pueblo. Lo contrario es “ineptitud” o “cleptocracia”.

La exigencia del pobre es vencer sus carencias al través del esfuerzo para cubrir sus necesidades primarias (alimento, techo, vestido y conocimiento) que lo incentiven a su superación personal. Según la Neurosemántica el individuo desde que nace está aprendiendo.

En la época moderna, la exigencia del “esfuerzo” es la remuneración del mismo, que permite adquirir los satisfactores primarios, necesarios para subsistir, progresar y alcanzar la superación personal y espiritual.

La exigencia para lograr la superación personal es a través de la adquisición continua de habilidades y conocimientos, de tal forma que le permita descubrir las potencialidades para alcanzar su desarrollo personal. Según la neurosemántica, un entorno de opresión hace que el individuo inhiba su inquietud o propósito de aprender y desarrollar.

Aquel que condena la exigencia para parecer tolerante, comprensivo, humano o popular, está condenando la oportunidad de superarse, salir de la frustración y del abandono, colaborando con el conformismo, el sometimiento, la simulación, la mentira, invitando a la corrupción.

Aquel que cree que nada positivo se puede hacer porque todo está hecho o está en manos del sistema poderoso, está perdido, vencido, noqueado; entonces lo que necesita es levantarse, volver a empezar, renovarse y exigir, empezando por él mismo. Y con ese soporte, exigirles a los demás. Dejará de ser borrego (no confundir con colaborador o ser del mismo equipo) y al ser firme y cumplidor, estaría escogiendo la mejor estrategia para lograr su superación personal, la cual le dará seguridad, satisfacción y felicidad.

En una sociedad armónica la exigencia se transforma en costumbre y se adquiere disciplina. No hace daño y genera enorme satisfacción.

Aquellos dirigentes políticos que han tenido en sus manos el futuro de nuestros hijos, pero que han usado el puesto para enriquecerse, sin importar el mal ejemplo, habrá que exigirles enérgicamente que devuelvan lo que se robaron y cambiarlos por otros más capaces o menos malos para contrarrestar la nefasta “dictadura” de partido.

Sin exigencias: la familia se deteriora, los hijos se vuelven ociosos, los padres refuerzan su egoísmo, el pueblo permanece inculto, el político continuará abusando, entonces: es incongruente seguir así. Un país sin exigencias está condenado al subdesarrollo.



JMRS
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