Policrato Philodemos
La diplomacia como juego siniestro de imbéciles
Almte. Manuel Rodríguez Gordillo
"La arrogancia narcisista es patológicamente ignorante y menosprecia a todos....
solo se escucha y se ve a sí misma y buscando el aplauso
de los imbéciles es capaz de sacrificar a la humanidad"
¿ Una ruleta rusa ?
Desde el arribo Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica el quehacer político y diplomático de la administración gubernamental que preside, ha sufrido un violento giro hacia la patanería y el envilecimiento: Actualmente, a un año de su instauración en el poder la cosecha de insultos y amenazas abiertas que ha dirigido a sus pares internacionales, se asemeja más al lenguaje que utiliza la clientela de tabernas arrabaleras, que al educado y respetuoso empleado en las cancillerías entre países civilizados.
Lo grave de esta transformación “Trumpiana” del lenguaje bravucón, vulgar y decadente, utilizado para complacer al “Lumpen” semianalfabeta de la sociedad norteamericana, carente de principios democráticos y de valores, con quienes Trump se identifica, es el mismo que emplea para dirigirse a sus pares de las demás naciones, sin pensar que las bravuconadas y ofensas pueden ser recogidas por algún mandatario que sea de su misma calaña, ocasionando el detrimento de la paz internacional y comprometiendo la propia paz interna de los Estados Unidos como nación al polarizar los diferentes estratos de la sociedad norteamericana, especialmente entre el “lumpen” semianalfabeta y la gente pensante que no se deja arrastrar por las arengas de grandeza populista y de supremacismo racial barato de este émulo de Adolfo Hitler.
En la ceguera de su soberbia patológica Donald Trump no alcanza a vislumbrar que en el mundo actual, altamente tecnificado, el conocimiento y desarrollo de armas de destrucción masiva están al alcance de la mayoría de las naciones, condición en la que sus amenazas de utilizar el armamento atómico como sustento supremacista de dominio sobre las demás naciones, se convierten en una invitación al suicidio colectivo de la humanidad, ya que puede ser recogido por algún sicópata encumbrado, como él, también mandatario de un país con capacidad nuclear, dado que un intercambio con armas atómicas significaría la aniquilación de los contendientes, por lo que la victoria de uno sobre el otro sería una utopía inalcanzable, que además dejaría daños colaterales que alcanzarían todos los rincones del planeta, con el riesgo de dañar permanentemente su habitabilidad para sostener a todos los seres vivientes que la habitamos.
Trump, en un afán enfermizo supremacista propio de un ignorante desequilibrado, juega con fuego y con los destinos de su país al estar proponiendo a los demás países del mundo, competir con los EU en un estúpido juego equivalente al de la “Ruleta Rusa”, solo que en vez de hacerlo con un revólver, se haría utilizando pistolas atómicas.
Ante el peligro que representa el actual presidente de la mayor potencia económica y militar del mundo, como lo es Donald Trump, para la seguridad mundial y la sobrevivencia de la raza humana, a la gente pensante y lúcida del ámbito internacional, necesariamente le tienen que surgir las siguientes preguntas..... ¿En donde están y que están haciendo ante este inminente peligro, los ciudadanos norteamericanos lúcidos, aquellos que desde siempre han contribuido a sostener la democracia y al progreso de la humanidad?...... ó..... ¿Acaso el escritor británico Bernard Shaw tenía razón cuando el siglo pasado describió a los EU como (sic.), “El único país en la historia que ha pasado de la barbarie a la decadencia sin cruzar por la civilización” ?
JMRS