Del Dicho al Hecho
Imprudente banalización de la droga
JAVIER CEBOLLADA / EFE
Una guía que incita al consumo de drogas prohibidas es la última provocación del equipo municipal de Zaragoza, al frente del cual se encuentra Pedro Santisteve, de Zaragoza en Común. El folleto, editado con dinero público, es un extenso catálogo de las drogas ilegales más consumidas, según el criterio del propio Consistorio, y en él se detalla la forma más conveniente de hacerlo. "Se recomienda que las rayas de speed", puede leerse en un pasaje, "sean más pequeñas que las de cocaína, debido a que la anfetamina es más potente por unidad de peso".
Se trata, sin duda, de un despropósito intolerable. Los poderes públicos están obligados a perseguir el consumo de sustancias perjudiciales para la salud de los ciudadanos. Deben disuadir, no promover su uso. La guía, además, contribuye a banalizar los negativos efectos de los estupefacientes sobre el cuerpo y la mente, a veces devastadores e irreversibles, ya que los equipara con el uso de medicamentos como el paracetamol. Es irresponsable ofrecer desde un ayuntamiento un catálogo de drogas y una guía con las técnicas de uso más apropiadas para cada una de ellas.
En lugar de rectificar, sin embargo, la dirección de Podemos ha salido a jalear la iniciativa de Santisteve. Irene Montero calificó de "positivo" y "bueno" el folleto porque, según dice, ayuda a la "prevención". El populismo es experto en cambiar el significado de las palabras. No se entiende cómo puede prevenir una guía que renuncia a perseguir el consumo ilegal y que se resigna a "informar" ya que la prohibición no ha logrado atajar el problema.
yoselin