Migración

Políticas migratorias Unión Europea avanzan hacia una Europa fortificada 

2018-07-09

La inmigración también está jugando un papel de gran importancia en las...

Por Gabriela Baczynska


BRUSELAS (Reuters) - Los acuerdos en materia migratoria entre Alemania y la Unión Europea pueden terminar siendo más un asunto de discursos que algo concreto, pero apuntan a un cambio hacia un pensamiento de una “Europa fortificada”, que podría suponer la mayor amenaza a la fecha para la existencia del bloque.

El acuerdo en Alemania de procesar migrantes en instalaciones policiales en un plazo de 48 horas en la frontera con Austria vino después del pacto acordado el viernes en Bruselas de revisar solicitudes de asilo en centros de refugiados en torno al Mediterráneo y compartir la responsabilidad de los inmigrantes rescatados en el mar.

Ambos acuerdos fueron tachados inmediatamente de inviables y posiblemente contrarios a las leyes de la UE sobre el derecho de asilo. La mayoría de países del norte de África ya han rechazado mantener dichos centros debido a posibles riesgos de seguridad, entre otros motivos.

Para que el plan alemán funcione, Berlín tendrá que alcanzar acuerdos con estados de la UE en los que los inmigrantes primero hayan solicitado asilo para luego deportarlos si fuera necesario. Será difícil tener consensos con Italia y Austria, cuyos gobiernos mantienen una línea contraria a la inmigración.

“Me preocupa que el derecho internacional humanitario se trate cada vez más como una molestia”, dijo a Reuters el enviado de la UE para la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Eugenio Ambrosi. “Uno pensaría que la experiencia de la primera mitad del siglo XX nos habría enseñado una lección”.

Diplomáticos de UE y funcionarios de alto rango temen que los estados miembros estén endureciendo sus posturas cuando tendrían que estar unidos para afrontar la salida de Reino Unido del bloque el próximo año, así como las tensiones con Rusia y con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

La inmigración también está jugando un papel de gran importancia en las políticas nacionales de los países europeos. Un enfrentamiento entre la canciller alemana Angela Merkel y su aliado conservador del sur amenazó con derrocar su gobierno de coalición.

MENOS INMIGRANTES

Parte importante del problema es que la UE no ha podido distribuir de manera uniforme entre su población de 500 millones de habitantes una cifra de llegadas desde 2014 que es inferior, según datos de Naciones Unidas, a dos millones de personas. Eso se debería en parte a que países como Polonia y Hungría se niegan a involucrarse.

Eso exacerba la presión sobre países del sur de Europa como Grecia o Italia y el tema se debate justo cuando las cifras de inmigrantes que llegan a Europa están bajando. En lo que va de 2018, cerca de 46,100 refugiados e inmigrantes han cruzado el mar, según datos de la ONU, contra el millón que llegaron en 2015.

Algo en lo que los líderes de la UE sí han tenido éxito hasta ahora es evitar el colapso de su preciado Espacio Schengen, zona de libre tránsito de bienes y personas. Pero la amenaza contra Schengen es real porque varios países, incluyendo a Austria, Alemania y Francia ya han introducido algunos controles fronterizos de emergencia desde 2015.

Las discusiones sobre la frontera germano-austriaca y la amenaza de Viena de restringir sus propias fronteras muestra lo fácilmente que uno solo país podría generar una reacción en cadena.

“Si Schengen colapsa, se acabó”, declaró un funcionario de la UE. “Ya no existirá una UE como la hemos conocido”. 



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