Migración
Mexico teme una crisis humanitaria migratoria
Por Marcos Romero
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 29 DIC - Un supuesto acuerdo de "Tercer País Seguro" mediante el cual México recibiría a inmigrantes que solicitan asilo en Estados Unidos, genera creciente preocupación entre grupos civiles que temen una crisis humanitaria en las ciudades fronterizas del país.
Activistas que defienden a personas sin documentos consideran que convertir al país en una "antesala" de Estados Unidos pondría una fuerte presión a los albergues ya totalmente saturados en urbes limítrofes como Ciudad Juárez, Tijuana o Nuevo Laredo.
"Habrá problemas para la frontera" si se cumple este acuerdo con el presidente Donald Trump, advirtió Aarón Méndez, de la "Casa del Migrante Amar" en Nuevo Laredo.
Podría haber "una crisis humanitaria, como lo que pasó en Tijuana" hace unas semanas con la llegada de unos 10,000 centroamericanos de varias caravanas que salieron de Honduras el 12 de octubre pasado, afirmó.
"La gente no está preparada para brindar tanta ayuda, ni tampoco lo estamos nosotros", afirmó Méndez al matutino Excélsior.
"El gobierno de México tiene y debe de dar apoyo para poder brindar un lugar en donde atender a los extranjeros, ya que la estancia de las personas que puedan ser retornadas de Estados Unidos podrían pasar" mucho tiempo antes de "ser llamados por las autoridades migratorias de aquel país", advirtió el activista. El pasado día 21, el presidente Andrés López Obrador afirmó que México "no aceptó" un acuerdo de servir de "tercer país seguro" para Estados Unidos, a pesar de que busca "mantener una relación de entendimiento y amistad con las autoridades" de ese país.
La declaración salió al paso del anuncio unilateral de Washington de que enviaría a territorio mexicano a solicitantes de asilo que se encuentren bajo proceso, que habría sido aceptado "por razones humanitarias".
El canciller Marcelo Ebrard dijo que el aviso del Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos de que aplicaría una ley que permitiría regresar a extranjeros no mexicanos a territorio nacional no significa que haya un acuerdo con México.
"Cuando hay un tercer país seguro es que existe un acuerdo ente dos países" y en este caso se trata de una medida unilateral de Estados Unidos de acuerdo con su legislación, señaló Ebrard, al indicar que no se contempla un pacto de este tipo en el futuro. Ante el caso de que Estados Unidos regrese a los migrantes a territorio mexicano en tanto se atiende su solicitud de asilo, "México resolverá si las acepta o las deporta", afirmó.
El presunto entendimiento fue severamente criticado por analistas políticos y dirigentes de organizaciones humanitarias.
"México nunca había aceptado" algo semejante "ni en los peores momentos de la migración centroamericana a Estados Unidos", afirmó el ex canciller Jorge Castañeda, quien afirmó que este supuesto arreglo "constituye una verdadera verguenza para el país".
"El acuerdo equivale a un triunfo diplomático significativo" para el presidente de Estados Unidos Donald Trump, quien "se ha involucrado en conversaciones delicadas para engatusar a México y convertirlo en una antesala migratoria para los centroamericanos que buscan asilo en Estados Unidos", afirmó el también académico.
Activistas como Daniella Burg, asociada para México del Latin America Working Grup, afirmaron que "Estados Unidos está eligiendo dejar a las familias y los niños en peligro directo y aleja a los que huyen de la persecución de nuestra frontera" y se preguntaron es si los abogados "podrán visitar a sus clientes antes de las audiencias" y donde se llevarán a cabo éstas.
"Me pregunto si México sabe en lo que se ha metido", dijo un analista de seguridad fronteriza de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), un "think tank" dedicado al estudio y promoción de los derechos humanos en América. "La espera para audiencias de asilo hoy excede 1,200 días.
Realmente está preparado México para recibir a cientos de miles de personas durante tanto tiempo?", afirmó.
JMRS
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