Internacional - Política

Indonesia avanza un plan regional para la crisis en Myanmar

2021-02-24

Indonesia y los demás miembros de la Asociación de Países del Sureste...

Por TASSANEE VEJPONGSA

BANGKOK (AP) — Los esfuerzos diplomáticos por resolver la crisis política en Myanmar ganaban fuerza el miércoles, mientras continuaban las protestas en Yangón y otras ciudades para reclamar que los responsables del golpe de Estado devolvieran el poder al gobierno electo de Aung San Suu Kyi.

El ministro indonesio de Exteriores, Retno Marsudi, visitó la capital tailandesa, Bangkok, dentro de sus esfuerzos por coordinar una respuesta regional a la crisis desencadenada por el golpe militar del 1 de febrero en Myanmar.

También viajó a la vecina Tailandia el ministro de Exteriores nombrado por el nuevo gobierno militar de Myanmar, el coronel retirado del Ejército Wunna Maung Lwin, según una fuente del gobierno tailandés que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizada a divulgar la información.

Según otro funcionario tailandés, Wunna Maung Lwin se reunió con el ministro tailandés de Exteriores, Don Pramudwinai, y con el primer ministro del país, Pramudwinai, otro jefe militar que asumió el gobierno en un golpe militar.

En un primer momento se desconocía si Marsudi también se había reunido con el diplomático birmano.

Indonesia y los demás miembros de la Asociación de Países del Sureste Asiático (ASEAN, por sus iniciales en inglés) quieren conseguir algunas concesiones de la cúpula militar de Myanmar para rebajar las tensiones y evitar más violencia. El grupo regional, al que también pertenecen Tailandia y Myanmar, cree que el diálogo con los generales es un método más eficaz para lograr concesiones que métodos más agresivos como las sanciones, defendidas a menudo por las naciones occidentales.

La oposición al golpe en Myanmar continuaba el miércoles y en la segunda ciudad más grande del país, Mandalay, se produjo un tenso pulso cuando policías con escudos antimotines y rifles bloquearon la marcha de unos 3,000 maestros y estudiantes.

Tras unas dos horas, en las que los manifestantes entonaron canciones protestas y escucharon discursos contra el golpe, la multitud se retiró.

Policías y soldados mataron el sábado a dos personas en Mandalay para desmantelar una huelga de estibadores. La misma semana habían dispersado de forma violenta, con porras y tirachinas, una marcha ante una oficina de un banco estatal.

La presión internacional contra el golpe también se mantiene. Más de 130 grupos civiles enviaron una carta abierta al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas pidiendo un embargo armamentístico global a Myanmar.

La misiva enviada el miércoles citaba preocupaciones porque los ciudadanos de Myanmar se vean privados de un gobierno elegido democráticamente, así como por violaciones continuadas a los derechos humanos por parte de un Ejército con un historial de graves abusos.



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