¡Basta ya!

¿Rebasados los límites?

2022-04-25

El Ejército sigue instrucciones del titular del Poder Ejecutivo, que en nuestro...

Beatriz Paredes

Ex Subsecretaria de Gobernación, ex Embajadora, ex Gobernadora, hoy senadora y con amplia experiencia legislativa, Beatriz Paredes juzga que hay rasgos de retroceso democrático con indebidas intervenciones de militares y funcionarios de Gobierno en asuntos electorales.

En entrevista con REFORMA advierte que, de no corregirse, iremos a una elección de Estado en 2024.

La sociedad mexicana, los demócratas en la sociedad mexicana, al pueblo de México, les ha costado mucho, nos ha costado mucho el que cuestiones que se percibían como parte del atraso de los gobiernos de otras décadas, se superaran.

Para eso se propugnó por diversas reformas políticas, esencialmente para separar las elecciones del Gobierno, para que no fueran los recursos del gobierno los que determinaran la voluntad popular y me sorprendió, me sorprendió que quien tiene la misión de cuidar las relaciones con todas las fuerzas políticas, de propiciar una gobernabilidad democrática, pues tuviera que atender la consigna de que todos tienen que demostrar su lealtad, no importa el costo por encima de las instituciones, y sí creo que hay límites y que es indispensable respetarlos.

Pues ese sí es un tema crucial en la historia del Estado mexicano. Hemos hecho un esfuerzo de décadas como un Ejército del que nos sentimos orgullosos los mexicanos por su rol nacionalista, pero básicamente por su convicción de estar subordinados al Gobierno civil. En ese sentido, imagínate lo que pueden sentir los ciudadanos si ven que las corporaciones policiacas o las instituciones armadas participan en las movilizaciones de las elecciones, es inadmisible. Es un retroceso enorme y además lesiona el prestigio de las Fuerzas Armadas.

¿Recuerdas una presencia del Ejército de esta dimensión en las décadas recientes?

Evidentemente es un papel inédito en la trayectoria del Ejército mexicano, pero es una voluntad presidencial. No olvidemos que el Ejército sigue instrucciones del titular del Poder Ejecutivo, que en nuestro régimen constitucional es el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas.

Lo que habrá que preguntarnos no es sobre el Ejército. Lo que habría que preguntarnos es: ¿cuál es la intencionalidad de esta voluntad presidencial? Y habría que preguntarnos si estos procesos no desnaturalizan las funciones básicas del Ejército que señala nuestra Constitución.

Por otro lado, hay temas que sí son esenciales y que nosotros vamos a propugnar porque se respeten. El hecho de que la Guardia Nacional o lo que vendría siendo la corporación policiaca de seguridad más grande del País, sea una corporación castrense.

Creo que es un asunto que amerita un debate profundo, un debate nacional, porque cambia la naturaleza del Ejército, y cambia también las características de la función policiaca. Son formaciones diferentes las de los policías que las de los militares.

Lo digo con enorme respeto, lo digo con prudencia, pero no dejo de señalar que este es un debate que se tiene que dar en la sociedad y que no podemos desnaturalizar al Ejército mexicano en función del mandato constitucional vigente.



Jamileth