Nacional - Seguridad y Justicia

Exjefe de Seguridad de México condenado por ayudar a El Chapo

2023-02-21

En total, el cártel enviaba aproximadamente 100 toneladas de cocaína al mes a EU, con...

 

(Bloomberg) -- Genaro García Luna, una vez a cargo de la batalla de México contra los narcóticos ilegales y los capos de la droga, fue condenado por proteger en secreto durante años a “El Chapo” y al cártel de Sinaloa.

García Luna, acusado de ayudar a los miembros del cartel a importar y distribuir cantidades masivas de drogas a Estados Unidos, fue declarado culpable el martes por un jurado federal en Brooklyn, Nueva York, luego de un juicio de cuatro semanas que reveló cómo los narcotraficantes trabajaron con el mismo funcionario a cargo de perseguirlos.

El exsecretario de gabinete de 54 años dirigió la Agencia Federal de Investigaciones de México de 2001 a 2005. Más adelante, mientras se desempeñaba como secretario de Seguridad Pública de 2006 a 2012 para el entonces presidente mexicano Felipe Calderón, supervisó los esfuerzos del país para combatir el tráfico ilícito de estupefacientes. Arrestado en 2019, García Luna es el funcionario mexicano de más alto rango que ha enfrentado un juicio en EE.UU por cargos de narcotráfico.

García Luna enfrenta un mínimo obligatorio de 20 años de prisión y hasta cadena perpetua después de ser condenado por el cargo más grave, participar en una empresa criminal continua.

Cártel y Policía

Durante el juicio, EU llamó al estrado a nueve exmiembros del cártel como testigos colaboradores. Describieron cómo García Luna ubicó en secreto a miembros de Sinaloa en la Policía federal mexicana. Les proporcionaba vehículos oficiales, uniformes e insignias. Los oficiales falsos, y en ocasiones policías federales reales que trabajaban para García Luna, ayudaron a trabajadores del cártel a descargar drogas en las pistas de aeropuertos y alertaban a los narcotraficantes sobre redadas inminentes por parte de las autoridades estadounidenses.

Incluso tuvieron la satisfacción de que la Policía arrestara a traficantes rivales y, a veces, se quedara con las drogas incautadas.

A cambio de su ayuda, el cartel recompensó a García Luna con una fortuna, dijeron al jurado.

“Usó su posición en el Gobierno para ganar millones de dólares de las personas a las que se suponía que debía procesar”, dijo la fiscal federal adjunta Saritha Komatireddy a los miembros del jurado en su alegato final.

Un montón de dinero

Jesús “El Rey” Zambada, quien dirigía las operaciones de Sinaloa en el aeropuerto de Ciudad México, testificó que a fines de 2006 llenó bolsas con al menos US$5 millones y se las dio a un intermediario para que se las entregara a García Luna en un elegante restaurante de la capital.

A su vez, dijo Zambada, García Luna acordó proteger a su hermano, un jefe del cartel, y a otros de las fuerzas del orden.

Sergio Villarreal Barragán, ex oficial de la Policía federal mexicana que empezó a trabajar para el cártel, testificó que a García Luna le pagaban hasta US$1,5 millones al mes por sus servicios. Después de que fue ascendido a jefe de Seguridad de México, él y sus asociados recibieron alrededor de US$230 millones más por la protección adicional que podían brindarle al cártel, lo que le permitió expandirse por todo México, dijo Barragán al jurado.

García Luna una vez ayudó al notorio narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán a interceptar un cargamento de cocaína de dos toneladas de una pandilla rival, y acordó dividir las ganancias de la droga en partes iguales, testificó Barragán. Recibió entre US$14 millones y US$16 millones en efectivo guardados en cajas de cartón, dijo.

El mejor mercado: Nueva York

En total, el cártel enviaba aproximadamente 100 toneladas de cocaína al mes a EU, con un valor de entre US$2,800 millones y US$3,000 millones al año en ganancia puras, testificó Zambada.

“El mercado que paga mejor está aquí en Nueva York”, dijo al panel.

Los miembros del jurado escucharon cómo transportaban las drogas a EU en aviones de carga, jets privados, submarinos e incluso en trenes de carga que se hacían pasar por transporte de petróleo pero que contenían compartimentos secretos de coca.

Los trenes del cártel iban de México directamente a la ciudad de Nueva York, dijeron testigos, transportando miles de kilos de cocaína. Como resultado, testificó un narcotraficante, la seguridad mejorada que proporcionaron funcionarios corruptos como García Luna le ayudó a traer entre US$700 millones y US$1,000 millones en cocaína a EU, dijo Komatireddy a los miembros del jurado.

La defensa: es una venganza

El abogado defensor César de Castro, argumenta la inocencia de su cliente y buscó persuadir al jurado de que los miembros del cártel y exfuncionarios que testificaron contra García Luna querían vengarse por su dura postura contra las drogas.

“¿Qué mejor venganza contra su enemigo común que enterrar al hombre que lideró la guerra contra el cártel?” dijo en su presentación del caso.

En el cierre, De Castro le dijo al jurado que los fiscales “hicieron un trato con el diablo” al dar a los traficantes admitidos que habían matado y torturado a sus víctimas un “pase libre”, ofreciéndoles indulgencia en la sentencia a cambio de su testimonio contra García Luna.



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