Salud

Desechar nutrientes en medio de la lucha global contra el hambre

2023-07-14

Moscú ha amenazado en reiteradas ocasiones con retirarse del fundamental acuerdo que ha...

 

(Bloomberg) -- Como dice el título del libro de Raj Patel, el mundo está lleno de Obesos y Famélicos al mismo tiempo, y esta semana sirvió como un claro recordatorio de las desigualdades en el sistema alimentario mundial.

En un ejemplo, hay más leche que nunca en Estados Unidos, pero no queda ningún lugar para procesarla, por lo que los agricultores de la región medio oeste superior del país se están viendo obligados a tirar el exceso de leche por el desagüe.

A diferencia de otros productos básicos en los supermercados, que pueden detener la línea de fábrica cuando cambia el mercado, las vacas no pueden simplemente dejar de producir leche. Este lácteo es altamente perecible y necesita costosos sistemas de transporte, además, los agricultores no tienen espacio para almacenarla por sí solos. La mayoría de las operaciones lácteas a gran escala no están hechas para procesar su propia leche o venderla directamente a los consumidores, lo que resulta en la difícil decisión de deshacerse de ella.

Por otro lado, la batalla por acabar con el hambre en los próximos años continúa y, hasta ahora, la estamos perdiendo.

Las persistentes consecuencias de la pandemia y la guerra de Rusia en Ucrania se tradujeron en que, en 2022, alrededor de 735 millones de personas —casi una décima parte de la población mundial— presentaban desnutrición, según agencias de las Naciones Unidas. Pareciera que el mundo no logrará alcanzar su objetivo de erradicar el hambre para fines de la década. Demasiadas personas simplemente no tienen un acceso adecuado a los alimentos.

Y, si bien hay señales de que la inflación en más países se está enfriando, persisten las preocupaciones sobre el suministro de alimentos, especialmente en medio de olas de calor y sequías que amenazan aún más los cultivos.

El principal exportador de arroz, India, está evaluando prohibir el envío al extranjero de la mayoría de las variedades del cereal mientras regresa el disruptivo patrón climático de El Niño. Tal medida podría hacer que subieran aún más los precios, que ya se encuentran en un máximo de dos años. Es probable que muchos importadores recurran a Vietnam, además de Tailandia, que ya anunció que realizará solo una cosecha esta temporada, en lugar de las dos habituales.

También continúa la incertidumbre en torno al acuerdo de exportación de cereales de Ucrania, que se renovará en cuestión de días.

Moscú ha amenazado en reiteradas ocasiones con retirarse del fundamental acuerdo que ha ayudado a que cargamentos de cultivos lleguen a países de Europa, África y Asia. El secretario general de la ONU dijo que aún no ha habido respuesta a una carta enviada a Rusia que detalla una propuesta sobre el acuerdo.



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