Internacional - Política

La oposición rusa ha perdido a su mayor estrella. ¿Qué puede hacer ahora?

2024-02-19

Será increíblemente difícil, pero los políticos exiliados rusos dicen...

 

LONDRES (AP) — Hace cuatro años, le preguntaron a Alexei Navalny que les diría a los rusos si le mataban por desafiar al presidente del país, Vladímir Putin.

“No tienen permiso para rendirse”, dijo al realizador de un documental. “Si deciden matarme, significa que somos increíblemente fuertes y debemos usar ese poder”.

La agencia rusa de prisiones anunció el viernes que Navalny había muerto en la colonia penal del Ártico donde cumplía una condena de 19 años por extremismo. Su muerte desencadenó acusaciones en todo el mundo de que había sido asesinado.

¿QUÉ HACE AHORA LA OPOSICIÓN?

Críticos políticos en el Kremlin, espías que cambiaron de bando y periodistas de investigación han sido asesinados o agredidos de diferentes formas. La oposición rusa ha perdido a su mayor estrella con la repentina muerte de Navalny en una colonia penitenciaria. Ahora la pregunta que se hacen muchos es qué hacer a continuación.

La mayoría de la oposición rusa está muerta, dispersa en el exilio en el extranjero o encarcelada en su país. Los grupos opositores que quedan y distintas figuras políticas tienen visiones dispares sobre el futuro de Rusia y quién debería liderarla. Ni siquiera hay un candidato opuesto a la guerra en las urnas para ofrecer un desafío simbólico a Putin en las elecciones del mes que viene, en las que busca un sexto mandato.

¿EL FIN DE LA DISIDENCIA?

Con Navalny fuera de juego, muchos se preguntan si este es el final de la disidencia política en Rusia.

“Alexei Navalny era un líder muy brillante y carismático. Tenía el talento de movilizar a la gente, convencerles de la necesidad de cambio”, dijo Mikhail Khodorkovsky, un exmagnate que pasó una década en prisión en Rusia por cargos ampliamente considerados como una venganza política por desafiar el mandato de Putin a principios de la década de 2000.

“Es una pérdida muy difícil para la oposición rusa”, dijo a The Associated Press tras su muerte.

Graeme Robertson, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill y autor de un libro sobre Putin y la política contemporánea rusa, dijo que el mayor problema que ha tenido la oposición rusa “es que ha sido incapaz de salir de pequeños círculos progresistas para ganar apoyos en la población general”.

Khodorkovsky, que vive en Londres, es uno de varios políticos opositores rusos que intentan construir una coalición con grupos de base contrarios a la guerra en todo el mundo y opositores rusos en el exilio. Entre ellos están la leyenda rusa del ajedrez Garry Kasparov, el ex primer ministro ruso Mikhail Kasyanov y Vladimir Kara-Murza Jr., que ahora cumple una pena de 25 años en Rusia por traición y por criticar la guerra de Rusia en Ucrania.

Pero el equipo de Navalny, y la Fundación Anticorrupción que fundó, no forman parte del proyecto.

“Le decimos constantemente a la gente de la Fundación Anticorrupción (...) que sería genial si todos nos reuniéramos no solo ante las cámaras de televisión, sino sentados en la mesa”, dijo Khodorkovsky en otra entrevista antes de la muerte de Navalny, en referencia a un debate de televisión en enero ofrecido por la televisora independiente rusa Dozhd.

Aunque Navalny fue el primer líder en construir una oposición nacional rusa, había otras facciones que no les apreciaban a él o a su organización.

Antes de su muerte hubo discrepancias públicas y acaloradas en redes sociales entre miembros de su equipo y otros políticos sobre cómo enfrentarse a Putin en las elecciones de marzo.

PUTIN CONSOLIDA SU PODER

Mientras tanto, el mandatario ruso ha seguido consolidando su control sobre el poder, persiguiendo la disidencia en casa, encarcelando a los críticos de la guerra en Ucrania y silenciando a medios independientes.

Las disputas entre la oposición “no ayudan”, dijo Nigel Gould-Davies, exembajador británico en Bielorrusia y experto en Rusia y Eurasia en el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos en Londres. Pero incluso si la oposición estuviera unida, se preguntó “¿qué diferencia habría, al menos en el corto plazo, dados los instrumentos de coacción, represión e intimidación al alcance del estado ruso?”.

TRES DÉCADAS DE PUTIN

Putin busca al menos otro mandato de seis años en el Kremlin, lo que supone que en la práctica gobernaría Rusia durante casi tres décadas.

Los líderes y activistas opositores que quedan, en su mayoría fuera del país, lidian ahora con la duda de cómo plantear un desafío eficaz al Kremlin. Eso supondría abrirse paso en la propaganda estatal para llegar a los rusos dentro del país y ofrecerles una alternativa a la visión del futuro trazada por el Kremlin.

Es una tarea difícil, una que le costó incluso a Navalny cuando regresó a Moscú en febrero de 2021 para enfrenarse a un arresto seguro tras recuperarse en Alemania de un envenenamiento por un agente nervioso que atribuyó al Kremlin.

Poco después de su regreso, cuando estaba en prisión, su equipo publicó una investigación en redes sociales sobre la corrupción que logró millones de visionados. Eso provocó una serie de protestas anticorrupción en toda Rusia, pero la policía las reprimió con dureza y detuvo a miles de personas.

Aunque el equipo de Navalny siguió publicando exitosos reportes de investigación, al final suspendieron las protestas y dijeron que cambiarían de táctica.

Aunque Navalny conectaba con la gente y su equipo logró publicitar mucho las investigaciones, en definitiva el mensaje anticorrupción no logró producir cambios políticos en Rusia, según Robertson, porque la mayoría de los rusos “saben que su país está mal gobernado y que su élite es corrupta, pero no se imaginan otra cosa”.

En los tres años desde que Navalny fue encarcelado, las autoridades rusas han introducido más leyes, estrechado la libertad de expresión y encarcelado a personas críticas, a menudo gente corriente y en ocasiones durante décadas.

Khodorkovsky dijo que la respuesta al “asesinato” de Navalny debería ser unir fuerzas y continuar el trabajo iniciado antes de su muerte, intentar convencer a los rusos de a pie de que protesten de cualquier forma que puedan durante las elecciones presidenciales de marzo.

Pidió a los rusos que protesten escribiendo el nombre de Navalny en el papel de las boletas durante los comicios. El Comité Antiguerra Ruso, respaldado por Khodorkovsky y otros políticos, también ha pedido a los rusos que asistan al “mediodía contra Putin”, una idea que apoyó Navalny a principios de febrero y que propone utilizar la votación como excusa para reunirse y protestar al mediodía del 17 de marzo.

OPOSICIÓN EN EL EXILIO

La oposición rusa, por su parte, enfrenta un futuro principalmente en el exilio sin uno de sus líderes más destacados.

Será increíblemente difícil, pero los políticos exiliados rusos dicen estar decididos a que la esperanza de democracia en su país no desaparezca con Navalny.

“Putin”, dijo Khodorkovsky, “debe entender que puede matar a su rival político, pero no la idea de una oposición democrática”.



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