Internacional - Seguridad y Justicia

Los musulmanes ucranianos celebran el fin del Ramadán en medio de la guerra

2024-04-10

"La propaganda rusa es mucho más poderosa. Invierten muchos más recursos y...

 

Leópolis (Ucrania), 10 abr (EFE).- Mientras los musulmanes ucranianos celebran el final de su tercer Ramadán durante la guerra, miles están sirviendo en el ejército o ven sus vidas trastornadas por la invasión rusa de otras maneras.

Más de cien musulmanes se reunieron para celebrar la fiesta de la ruptura del ayuno o Eíd al-Fitr, que marca el fin de los treinta días de Ramadán, en el Centro Cultural Islámico Muhammad Asad en Leópolis (oeste de Ucrania).

Hombres, mujeres y niños vestidos de fiesta inundaron el centro para rezar y romper juntos el ayuno. Al menos brevemente, los equipos usados para tejer redes de camuflaje y velas de trinchera para los soldados se vieron sustituidos por envoltorios de regalos y globos.

El amargo impacto de la guerra

"Esta festividad nos da algo de alivio en este tiempo difícil. Los desastres ocurren cada día en Ucrania. Nosotros, musulmanes ucranianos, también sufrimos", dijo a EFE el presidente del centro, el imam Ibragim Zhumabékov.

Algunos musulmanes han tenido que huir de la guerra, que ha afectado con especial severidad el este y el sur del país, que albergaban a las principales comunidades musulmanas.

Han sido destruidas mezquitas y cientos de miles de musulmanes permanecen en territorios ocupados, donde son el objetivo de campañas de persecución política por parte de las autoridades instaladas por Rusia, explica Zhumabékov.

Muchos también se han unido al Ejército.

"Sencillamente es un milagro de Dios que estemos todavía vivos y que podamos juntarnos a celebrar", dice a EFE Mikola, un instructor militar.

De etnia ucraniana pero convertido al Islam, Mikola tuvo que abandonar su Járkov natal hace dos años con su mujer y sus tres hijos después de que Rusia de repente atacara la ciudad en el noreste del país.

"Imagínate que un hombre armado irrumpe en tu casa. Cuando te tumbas en el suelo, te apunta con su rifle y te preguntas si va a disparar o no. Esto es lo que los ucranianos están viviendo ahora mismo", explica.

Musulmanes ucranianos que defienden su país

Aunque solo el 0,2 % de los ucranianos es de religión musulmana, representan el 2 % de los efectivos del Ejército, afirmó a EFE el antiguo muftí de la Administración Religiosa de Musulmanes de Ucrania "Ummah", Said Ismagílov.

"Nuestro país es único en que tenemos a seguidores de todas las religiones y visiones del mundo que están protegiendo su patria. No todos los países pueden alardear de semejante unidad", subraya.

El propio Ismagílov se presentó como voluntario para servir como sanitario en las Fuerzas Armadas al inicio de la invasión en 2022 y ahora está encuadrado en la defensa aérea.

Los musulmanes sirven tanto en unidades normales como en otras especializadas, como el Batallón Crimea o el Batallón Sheij Mansur, integrados sobre todo por tártaros de Crimea y voluntarios chechenos, respectivamente.

"No solo estamos defendiendo nuestros territorios, estamos defendiendo nuestro derecho a la vida. Nuestro derecho a ser ucranianos, en nuestro caso musulmanes de Ucrania", explica Ismagílov.

Aunque Ucrania es un país predominantemente cristiano, señala, los musulmanes disfrutan de una libertad de expresión mucho mayor que en Rusia o en los territorios ocupados.

Fe y solidaridad

"La fe hace que sea mucho más fácil estar en el campo de batalla. Te haces mucho más fuerte si no solo confías en tu propia fuerza, en tus hermanos o en las armas, sino también en Dios", asegura Ismagílov.

Aunque a los soldados se les permite renunciar al ayuno en Ramadán si de lo contrario ponen en peligro sus vidas, Ismagílov y la mayoría de los militares musulmanes han cumplido con el ayuno cada día.

"En lugar de debilitarme, me ayuda a concentrarme en hacer mi trabajo", afirma.

En un sermón a la comunidad islámica local, que incluye tanto a ucranianos étnicos como a tártaros de Crimea, así como a ciudadanos de la India, Paquistán, Marruecos y muchos otros países, Ismagílov les pidió que rezaran por los musulmanes que sufren en Palestina y otras partes del mundo.

Por desgracia, dijo con amargura, los intentos de explicar a los países de mayoría musulmana la verdad sobre la invasión rusa no han dado resultado y la mayoría se han posicionado como neutrales.

"La propaganda rusa es mucho más poderosa. Invierten muchos más recursos y juegan con habilidad con los sentimientos de los musulmanes en todo el mundo", subrayó.



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