El abanderado del fracaso

Por: Humberto Musacchio, Revista Siempre

Hará bien el candidato del empleo en empezar a buscarse una chamba para el próximo sexenio, porque el puesto de Presidente no lo tendrá.

Se presentó Felipe Calderón en el noticiero matutino del Canal 2 y confirmó que está lejos de ser el muchacho alegre que le ganó a Santiago Creel la candidatura panista: tieso, con una sonrisa sostenida por momentos y a duras penas, respondía nervioso e irritable ante las preguntas de Carlos Loret de Mola sobre los negociazos que ha hecho su cuñado al amparo del poder. En suma, un candidato al que las cosas no le van bien.

Y seguramente están lejos de marchar bien. No es fácil andar prometiendo empleos cuando se es el delfín de un gobierno que se enorgullece de la economía informal y de las remesas de los migrantes. Pero Felipe, "el candidato del empleo", promete que los mexicanos se saltarán las bardas que ponga Estados Unidos en la frontera. Dicho claramente, seguirá la desocupación y el bracerismo.

Para colmo, a Calderón Hinojosa lo tiene la Presidencia de la República como a la muñeca fea. En una confesión de impotencia, declaró en cadena nacional que Vicente Fox no lo recibía, que le impedían entrevistarse con él. ¿Quiénes? Pues seguramente los integrantes del equipo de Los Pinos.

En esas condiciones, con su muy inflada popularidad a la baja, sin comunicación con Fox, la triste imagen del candidato de la derecha es fiel reflejo de su intranquilidad. Por eso suelta chorizos de propuestas desarticuladas, meras ocurrencias para acallar la voz que le recuerda a cada momento la proximidad de su derrota. De la misma manera, el hombre del Yunque sigue revolcándose en el estercolero en que han convertido su campaña él y sus paniaguados, quienes sueltan acusaciones que no pueden probar.

A partir de un papel cualquiera, sin firma ni formalidad alguna, Juan Molinar Horcasitas y otros payasitos del circo azul acusan a Andrés Manuel López Obrador ni más ni menos que de lavado de dinero y delincuencia organizada.

Con la misma irresponsabilidad, el propio Calderón Hinojosa, queriendo hacerse el chistoso, dijo a los ciudadanos en el programa de Loret de Mola que si alguien le encarga a Roberto Madrazo una bolsa con dinero el candidato del PRI se la roba. Así, lisa y llanamente, lo acusó de ladrón, lo que no puede probar, pues si así fuera ya lo hubiera hecho.

Hará bien el candidato del empleo en empezar a buscarse una chamba para el próximo sexenio, porque el puesto de Presidente no lo tendrá, y después de tanta mentira y tanta difamación, ya sin la impunidad que le brinda el gobierno panista, es muy probable que tenga que comparecer ante un juez. Son los costos de la derrota.

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