Necesario que menores desarrollen habilidades para aprender a leer

Liliana Juárez González

* Fomentan el modelo de "gimnasio mental" para estimular aprendizaje

México, (Notimex).- A sus seis años Diego conoció la depresión y frustración y fue señalado como el "torpe" de su clase; su problema: no desarrollar por completo sus habilidades perceptuales y cognitivas.

Cientos de niños de entre cuatro y seis años se enfrentan a esa situación, y se detecta al momento en que deben aprender a leer y escribir.

Vicky Fainsilber, especialista en Educación Especial, indicó que introducir procesos de lecto-escritura en el nivel preescolar puede ser un riesgo si previamente no se han desarrollado en el menor sus procesos de aprendizaje, que implican el desarrollo y el conocimiento de habilidades perceptuales y cognitivas.

Diego es un caso. En preescolar desarrolló depresión, enojo, frustración y agresividad por no poder aprender las letras y, por lo tanto, no poder leer y escribir al ritmo de sus demás compañeros.

En el caso de Diego, señaló, no había adquirido las nociones temporal, corporal, espacial, así como las cuantitativas y cualitativas, lo que propiciaba que no pudiera desarrollar procesos más complejos de análisis y síntesis como el de lecto-escritura.

"No podía con los colores, confundía rojo con azul, invertía los números, las letras las confundía; para él la mayúscula y minúscula eran letras diferentes", dijo Nicole, mamá de Diego, quien desde hace tres meses lleva a su hijo a terapias con la especialista.

El aprendizaje, expuso Fainsilber, tiene como bases el desarrollo de habilidades perceptuales y cognitivas, y como ejes fundamentales la percepción auditiva y visual, sin dejar de lado los demás sentidos.

Durante 30 años Vicky Fainsilber ha fomentado en la enseñanza el uso del juego como herramienta pedagógica básica para el desarrollo de habilidades intelectuales, emocionales, de lenguaje y sociales en los menores, favoreciendo así su aprendizaje.

La experta, egresada de la Universidad las Américas, ha promovido en diversos cursos, talleres y asignaturas su proyecto educativo "Jugando aprendemos" donde el objetivo principal es hacer de las aulas un "gimnasio mental".

Los salones de clase y escuelas no requieren grandes instalaciones ni equipos modernos, sólo la imaginación del mentor, pues con estos gimnasios se busca que los menores desarrollen habilidades perceptuales y cognitivas mediante el juego.

El juego, explicó, es el primer paso para el conocimiento real del ser humano, si no se realiza se impide el desarrollo armónico del infante pudiendo causar una desviación seria en su salud mental.

Por ello, la creadora del modelo pedagógico "Jugando aprendemos" y que ha impartido diversos talleres de educación especial en escuelas primarias, promueve el desarrollo de los procesos cognitivos de los menores mediante el juego y el conocimiento de su entorno.

"Mi proyecto pedagógico tiene como pilares básicos el aprendizaje, el desarrollo de habilidades perceptuales y cognitivas, el desarrollo del lenguaje y la inteligencia afectiva y la socialización", expuso.

Con el juego, precisó, el niño pone en marcha mecanismos de su imaginación, expresa su manera de ver el mundo que lo rodea, desarrolla su creatividad y le da la posibilidad de abrirse a los demás, adquiriendo de esta forma conocimientos.

Consideró fundamental que en los primeros años de enseñanza, es decir en kinder, preescolar y primaria, los infantes desarrollen sus habilidades motrices, aprendan a seguir reglas, reconozcan sus sentidos y los usen, a fin de tener una maduración psicofisiológica, objetivo que se logra mediante el juego.

No obstante, Vicky Fainsilber reconoció que el gran reto es hacer ver a los mentores que el juego no es un enemigo de la enseñanza sino un aliado, y lamentó que antes que el interés por educar estén los intereses personales.

Las autoridades, opinó, han dejado de lado las necesidades del mentor, que tiene hambre y, por lo tanto, también ha dejado de lado su obligación de enseñar.

Apuntó sin embargo que la educación a base del juego no requiere de grandes recursos ni equipos, sino de la disposición del maestro y su imaginación.

Por tres décadas esta especialista ha hecho de la basura un aliado, ha concretado juegos que estimulan los sentidos y habilidades de los niños con sólo ponerle un uso a la basura, pues en el juego "se crece y aprende".

Lamentó que en la actualidad las autoridades educativas no pongan atención en la enseñanza básica, pues es el pilar del resto de la educación de una persona y ahí se desarrollan o resuelven problemas que repercutirán en la vida de las personas.

Vicky Fainsilber añadió al juego la interacción de los padres con los menores, y aunque sabe que con el ritmo de vida actual es difícil éstos no requieren más que hacer de la vida diaria un juego donde todo y todos participen.

Subrayó la importancia de que las actividades lúdicas sean acordes a las etapas evolutivas del niño y se reconozca que cada menor es único y diferente.

"El juego es algo natural, todos en algún momento de nuestra vida jugamos y el juego no tiene límites ni fin, la enseñanza tampoco", agregó.

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