Enfoque

Obama, Iran y Richard Nixon

2009-01-22

La lista de diferencias es larga. En lo más alto se ubica el programa nuclear de...

Por Bernd Debusmann

WASHINGTON (Reuters) - A continuación un consejo para que Barack Obama lidie con Irán, uno de los países que marcarán su presidencia. Olvide la forma en que cinco de sus predecesores enfrentaron el problema. Tome las claves de lo que Richard Nixon hizo en 1972 con China.

Igual que Nixon y su secretario de Estado, Henry Kissinger, se dieron cuenta de que un cuarto de siglo de aislamiento y debilitamiento de China no habían servido a los intereses de Estados Unidos, Obama debería reconocer el fracaso de 30 años de políticas de Washington desde la revolución iraní de 1979.

Lo que se necesita es un gran acuerdo, un cambio tan fundamental como el que Nixon logró con China.

Las sugerencias provienen de Flynt Leverett y Hillary Mann Leverett, un matrimonio de expertos que trabajó en la política para Oriente Medio en el Consejo de Seguridad durante el primer período de George W. Bush en la Casa Blanca.

Un gran acuerdo implicaría poner las diferencias entre los dos países sobre la mesa al mismo tiempo y resolverlas como un paquete.

La lista de diferencias es larga. En lo más alto se ubica el programa nuclear de Irán, que Estados Unidos sospecha está destinado a fabricar armas, una acusación que la república islámica niega.

Luego está el apoyo iraní a Hamas en la Franja de Gaza y a Hezbollah en el Líbano, dos grupos clasificados como "terroristas" por Estados Unidos. Bajo el Gobierno de Bush, Washington amenazó con golpes militares, habló de cambio de régimen e impuso sanciones económicas.

¿Cuán probable es que Obama haga un acercamiento dramático al estilo del de Nixon con China? No mucho. En primer lugar, su secretaria de Estado, Hillary Clinton, no es Kissinger.

Y aunque Obama avanzó en sobre una plataforma de cambio en su campaña presidencial, el hombre nombrado para lidiar con Irán, Dennis Ross, es un negociador de Oriente Medio de la era del presidente Clinton con una amplia reputación pro israelí.

Los temores de que el programa nuclear de Irán pueda ser usado contra Israel, una maniobra suicida dado el arsenal nuclear del Estado judío, no están tan enraízados, pero sí se cree que podrían impulsar una carrera armamentista o llevar armas a manos de Hamas o Hezbollah.

En opinión de Trita Parsi, un erudito en Irán y autor de "Treacherous Alliance, the Secret Dealings of Israel, Iran and the U.S.", esta perspectiva es remota.

"Israel ha dicho que podría vengarse contra cualquier ataque nuclear atacando Irán (...) Si cualquier cercano a Irán atacara Israel con una cabeza nuclear, Israel destruiría Irán", dijo.

Parsi considera, al igual que otros observadores de Irán, que la república islámica no tiene la necesidad de construir una bomba nuclear.

Tener el conocimiento para hacer una cabeza nuclear es un acto suficientemente disuasivo, cambia el balance de poder y abre el apetito nuclear de países árabes temerosos del avance iraní.

CARRERA NUCLEAR

El interés de adquirir capacidades nucleares fue reforzado por un acuerdo de cooperación nuclear firmado en los últimos días de la administración Bush por la entonces secretaria de Estado Condoleezza Rice y el ministro de Relaciones Exteriores de los Emiratos Arabes Unidos, Sheikh Abdallah bin Zayed al Nahayan.

El acuerdo, similar al que Estados Unidos firmó con India, tiene que ser aprobado por el Congreso. Si esto ocurre ¿podría ir Arabia Saudita o Egipto destrás?.

Y la pregunta frecuente acerca del programa iraní --¿Por qué un país rico en petróleo y gas necesita energía nuclear? -- podría ser aplicada a esos países también.

A diferencia de Irán, los Emiratos Arabes Unidos no enriquecerán su propio uranio y tienen sus programas bajo observación de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA). Aún así, generar un programa de uso civil puede ser el primer paso para construir una bomba.

Estar contra el desarrollo nuclear es como estar contra la maternidad, pero hay quienes ven el debate nuclear sobre Irán con un dejo de escepticismo.

Immanuel Wallerstein, un investigador de la Yale University que ha escrito extensamente sobre la proliferación nuclear dijo en una entrevista: "¿Por qué deberíamos considerar que es catastrófico si mañana Irán tiene armas nucleares?" "en día hay nueve países que se sabe que poseen armas nucleares --Estados Unidos, Gran Bretaña, Rusia, Francia, China, Israel, India, Pakistán y Corea del Norte-- ¿Qué cambiaría si Irán se convierte en el décimo?".

¿Por qué el temor a la destrucción mutua que evitó un enfrentamiento entre Estados Unidos y la Unión Soviética no funcionaría igual en Oriente Medio?.

En el primer día de trabajo de Obama, la Casa Blanca reeditó su promesa de campaña de una "diplomacia fuerte y directa sin precondiciones", un quiebre con la insistencia de la administración Bush de que no podría haber conversaciones a menos de que Irán detuviera el enriquecimiento de uranio.

Pero de acuerdo a información publicada en el sitio web de la Casa Blanca, Washington presionará con la misma estrategia de "la zanahoria y el garrote" que Irán ha rechazado en los últimos cuatro años. ¿El mismo vino en botellas nuevas?.



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