Fernández Ordóñez exige medidas ambiciosas que ayuden a corregir el déficit

Madrid, (EFE).- El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, consideró hoy imprescindible que se tomen medidas "ambiciosas" y reformas estructurales para corregir el elevado déficit público español y para absorber la destrucción de empleo.

Fernández Ordóñez insistió, en una comparecencia en el Congreso de los Diputados (Cámara baja), en que el recorte del gasto público, sobre todo el no productivo, debe desempeñar un "papel esencial" en la reducción del déficit.

Aunque admitió que la selección de medidas tributarias "nunca es fácil", indicó que los aumentos de recaudación se deben destinar a la reducción del déficit público y "no a financiar posibles deslizamientos del gasto".

El proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2010 aprobado por el Gobierno español incluye una subida de impuestos con la que se espera aplacar la caída de ingresos y el déficit generados por la crisis económica.

Fernández Ordóñez éxplicó hoy en que, dada la elevada descentralización que hay en España, "resulta capital" que los entes territoriales también se comprometan con la reducción del déficit.

El gobernador del Banco de España comparte la tesis del Gobierno de que la economía volverá a registrar crecimientos el año que viene, aunque en el conjunto del ejercicio aún registre una caída moderada.

La vuelta al crecimiento, precisó, estará basada sobre todo en la recuperación del sector exterior y su "extensión paulatina" hacia la inversión empresarial y el empleo, forjando las bases de un crecimiento que se apoye sobre el conjunto de la demanda interna.

Hoy se conoció que la tasa de ahorro de los hogares e instituciones sin fines de lucro se situó en España el 24,3 por ciento de su renta disponible en el segundo trimestre del año, lo que supone 10,8 puntos más que hace un año.

El gobernador del Banco de España apuntó que para que la recuperación se asiente es "inexcusable" la absorción de un gran número de desocupados y acabar con el efecto nocivo que ese desempleo tiene sobre la confianza y sobre las finanzas públicas, además de tomar medidas para sanear las finanzas de empresas y familias, altamente endeudadas.

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