Nacional - Política

La izquierda mexicana carga furibunda contra cierre de eléctrica pública

2009-10-13

En un multitudinario mitin frente a la Cámara de Diputados, el ex candidato presidencial...

Juan Ramón Peña

México, (EFE).- El líder izquierdista mexicano Andrés Manuel López Obrador se arropó hoy de varias decenas de miles de personas para cargar contra el Gobierno por su decisión de cerrar la empresa eléctrica pública Luz y Fuerza del Centro bajo los argumentos de que es poco eficiente y muy costosa.

En un multitudinario mitin frente a la Cámara de Diputados, el ex candidato presidencial brindó su apoyo al Sindicato Mexicano de Electricistas, tras la decisión del presidente Felipe Calderón, materializada el sábado en la toma de oficinas de la compañía por la Policía Federal.

"Detrás de este asaltó", dijo, "están los intereses de (el ex presidente de México) Carlos Salinas de Gortari" y "de otros buitres que pretenden desnacionalizar a la empresa pública".

López Obrador protagonizó una tarde de ira a costa del anuncio gubernamental, en la que aprovechó para revivir las bases de su movimiento popular con el que se proclamó "presidente legítimo" en 2006, tras calificar la victoria electoral de Calderón de "fraude".

El político dedicó la primera media hora de su discurso a cargar contra la "oligarquía" que dirige el país y el "bloqueo" de los medios a su movimiento social.

También denunció la evasión fiscal de las grandes compañías, que cifró en 460,000 millones de pesos (unos 34,760 millones de dólares), así como el despilfarro en sueldos de altos funcionarios, en una crítica a las políticas públicas anunciadas para contener el gasto y afrontar la crisis global.

López Obrador se centró en el problema de LyFC, para denunciar que el escaso rendimiento económico de la empresa pública se debía no a la baja productividad de los trabajadores, sino a las políticas de compra de energía, e instó a crear una comisión legislativa investigadora.

"Que con el propósito de apoyar a los trabajadores, actuemos todos bajo la conducción de los dirigentes del SME", pidió López Obrador en relación a una de las organizaciones de trabajadores más influyentes del país.

El izquierdista acusó a la dirigencia de LyFC de comprar la energía en bloque y en condiciones desventajosas a la otra eléctrica pública, la Comisión Federal de Electricidad, que a la vez compra el 35% del total de la energía que se consume en el país a empresas extranjeras.

LyFC abastece de electricidad a unas 25 millones de personas en la capital mexicana y 82 municipios de estados próximos, en el centro del país.

Después subió al estrado el líder del SME, Martín Esparza, cuya victoria en los comicios sindicales se negó a aceptar el Gobierno por considerar que las elecciones estuvieron llenas de irregularidades.

Esparza se solidarizó con el movimiento de López Obrador y criticó que las empresas reciben un precio mucho más favorable en la compra de electricidad que los consumidores mexicanos.

"Es otro saqueo más que le quieren hacer al pueblo de México", dijo el sindicalista sobre el anuncio de cierre de LyFC para reconvertirla en otra empresa pública, y retó a Calderón a un debate en la televisión nacional.

Finalmente, se emplazó a continuar las protestas en una megamarcha este jueves en el centro capitalino y con una nueva "asamblea" pública el 26 de octubre frente a la Cámara de Diputados.



tensy

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