Nacional - Economía

Un mal año económico, puede marcar la historia nacional

2009-10-30

Eduardo Loria Díaz de Guzmán, coordinador del CEMPE de la UNAM, dijo que la...

Antonio Ortega, El Periódico de México

El desplome de la economía en 2009 será histórico y sus efectos se prolongarán hasta el año entrante, a pesar de que el Presidente Felipe Calderón y su equipo no quieren dar cuantas y prefieren hacer cáclculos optimistas. Pero para documentar el pesimismo, Eduardo Loria Díaz de Guzmán, coordinador del Centro de Modelística y Pronósticos Económicos (CEMPE) de la UNAM, dijo que la caída del Producto Interno Bruto será de 7.4 por ciento, superior a la de 1995, que fue de 6.2, aunque hay algo menos malo: la tasa de desempleo será menor.

En una reunión del CEMPE de la Facultad de Economía, Loria Díaz de Guzmán, Hernán Sabau García del despacho SAI y Hugo Contreras Sosa del Seminario de Credibilidad Macroeconómica (SCM) presentaron el pronóstico respectivo.

La magnitud de esta crisis, el experto comentó, ha dejado manifiestos los enormes problemas estructurales de nuestro país, que se han acentuado en los años anteriores, además de que el comercio exterior depende, de manera central, de la economía estadounidense.El investigador indicó que existen múltiples factores en los efectos de la recesión entre EU y la que resiente México.

Puso sobre la mesa que un de los problemas graves es la enorme dependencia de nuestra producción interna de las importaciones; elemento que se ha exacerbado de manera determinante y ha limitado la posibilidad de que el mercado interno sea un motor de desarrollo.

De 1995 a 2005, reveló, el coeficiente de importaciones a oferta agregada ha crecido sostenidamente desde que México se insertó en la globalización y salvo en los años de recesiones, se ha reducido o detenido.

La única opción es esperar a que la economía del norte consolide la recuperación y que nos arrastre. En las condiciones actuales, no se observa ningún otro factor de dinamismo, a lo que se le tendría que agregar la crisis fiscal que tenemos encima y que cualquiera de las políticas para enfrentarla, tendrá efectos negativo a corto pLazo.

Ahora bien, precisó, un escenario poco optimista es que internamente se puedan generar condiciones favorables del crecimiento, mismas que se piensa, ya no dependen de la estabilidad macroeconómica, sino de la vinculación adecuada de lo que llamó tres arenas o espacios de decisión, acción y reacción: la política-política, los acuerdos institucionales y la economía.

El primero de ellos debe convertirse en un factor de crecimiento y no de disenso y estancamiento económico e institucional y ello se logrará en la medida que se lleguen a acuerdos básicos. En estos momentos, resaltó, esta medida es la más importante y la única que puede lograr que las otras dos se vinculen y sean funcionales.



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