Cuentos

¡A festejar en serio y no en serie!

2009-12-14

¿Quién decora el árbol en tu casa? ¿Quién pone el...

Autor: Magda Crisantes

¡A festejar en serio y no en serie!

¿Quién dijo que todas las Navidades son iguales?

¿Que siempre tiene que ser lo mismo: posadas, arbolito, cena, villancicos?

¿Quién dijo que todas las Navidades son iguales? ¿Que siempre tiene que ser lo mismo: posadas, arbolito, cena, villancicos? ¿Dónde quedó esa creatividad y ese entusiasmo juvenil? Te invitamos a vivir una Navidad diferente. Ya verás que después de esta nueva experiencia, te sentirás más joven y vivo que nunca. ¡A festejar en serio y no en serie se ha dicho!

UN ÁRBOL LLENO DE AMIGOS

En México es tradición compartir la celebración del Nacimiento de Cristo con la familia y también en familia se realizan los preparativos. En Canadá, en cambio, acostumbran invitar a los amigos a decorar el arbolito navideño. Es un buen pretexto para reunirse, entonar villancicos (no importa lo desafinado, sino cantar con sentimiento). Todos juntos decoran el árbol y cada invitado le regala al anfitrión un adorno para su árbol. Luego, juntos preparan galletas o pastelitos y brindan con chocolate caliente.

¿Quién decora el árbol en tu casa? ¿Quién pone el nacimiento?¿Qué pasaría si esta vez invitas a tus amigos y les propones el plan de los canadienses? Si cada uno de tus amigos o familiares trae un adorno para tu árbol o para tu nacimiento, no importa cuán elaborado sea (quizás hasta lo puedan hacer ellos mismos) será una manera de tener presentes a tus amigos en esta temporada navideña.

LO QUE CUENTA ES EL DETALLE

Algunas familias acostumbran hacer intercambios de regalos, y hasta ponen un precio para que todos reciban más o menos lo mismo. Otras incluso abundan en los detalles: se dan sugerencias de "lo que hace falta" y las tallas, para que sea más fácil complacerse mutuamente. También son divertidos los intercambios "simbólicos", donde a uno le regalan un carrito miniatura, a otra un llavero con una casita y a otro una postal de París. Hay quienes prefieren regalar algo confeccionado por ellos mismos: bufandas, separadores de libros, galletitas, porta retratos, etc. También la forma de envolver los regalos puede ser un pretexto para la originalidad o la broma.

UN CONTACTO MÁS PROFUNDO

No recuerdo dónde leí la anécdota de una maestra que colocó el nombre de cada uno de sus alumnos en una hoja en blanco y posteriormente les pidió a todos que escribieran lo que más les gustaba de su compañero. Era un grupo de treinta alumnos, así que cada uno recibió una página llena de cualidades. Algunos guardaron esas líneas a lo largo de muchos años, porque los reconfortaba leer aquello, sobre todo cuando atravesaban momentos difíciles. Podría ser un bonito regalo para nuestros familiares o nuestro grupo de amigos, ¿no?

LA NAVIDAD ES DE LOS NIÑOS.

Los niños son los que más gozan la Navidad. ¿Tienes sobrinos? ¿Tus hermanos son chicos? Dedica un tiempo a organizar un espectáculo con los niños o para los niños. Tú y tus hermanos podrían adaptar un cuento navideño, o una pastorela o una representación que recuerde el Nacimiento de Jesús en Belén y ofrecerla a niños de alguna colonia marginada o de un orfanatorio. También puedes preparar a tus sobrinos o tus vecinos pequeños para que ellos sean "el show" en esta Navidad.

Una tía mía escribía sus propias obras de teatro navideñas en donde hacía énfasis en las virtudes, claro, aprovechaba para lanzar sus "indirectas muy directas" a cada miembro de la familia que lo requiriera… O si de plano la actuación no es tu fuerte, encuentra libros de cuentos navideños y tómate un tiempo para leérselos a los pequeños. Verás lo bien que vas a sentirte cuando veas sus caritas atentas y sus ojitos brillantes de expectación. Charles Dickens es famoso por sus cuentos de Navidad y podría ser un punto de partida para encontrar literatura para compartir con los pequeños.

TAMBIÉN BUSCA LA UNIÓN

¿Cómo te llevas con los vecinos de la cuadra, de la privada o del edificio donde vives? ¿Casi ni los ves? ¿Cuando mucho los "buenos días"? ¿Y si entre todos se organizan para pedir posada y cooperan para hacer una piñata llena de cacahuates y mandarinas? Esta tradición puede ser la oportunidad para convivir, conocer y acercarse a las personas con quienes compartimos el lugar donde vivimos. Después de "pedir posada" y romper la piñata, pueden colocar una mesa en una de las áreas comunes y que cada quien ponga un plato de antojitos o botanas.

AROMAS Y SABORES

Cada familia tiene su propio ritual para preparar los platillos navideños: la receta de la abuela o de la tía; ese postre que sólo comemos en Navidad. Y hay que entrarle parejo: el arte de cocinar no puede ser exclusivo de las mujeres, porque entonces los hombres se estarían perdiendo una parte importante de la Navidad. Allí, en la cocina, además de las recetas, se comparten las anécdotas evocadas por los aromas y los sabores. Allí escucharemos historias sobre la infancia de nuestros padres o nuestros abuelos que irán formando parte, también, de un archivo especial de recuerdos emotivos.

¿CÓMO CELEBRAN LA NAVIDAD EN OTROS PAÍSES DEL MUNDO?

¿Cuáles son sus tradiciones, sus cantos, qué platillos preparan? Puedes enterarte a través de libros y revistas, también puedes hacerlo navegando o chateando. Podrías encontrar algunas ideas para hacer de esta Navidad una experiencia diferente que rebase la simplicidad de lo superfluo. Investigar el sentido de las coronas de adviento, de los siete picos de las piñatas, (¿Sabías que representan los siete Pecados Capitales?), visitar una exposición de nacimientos, revisar detenidamente tus agendas de teléfonos viejas y hacer contacto con algún amigo que hayas tenido olvidado.

ECHA A VOLAR LA IMAGINACIÓN

Reúnete con tu familia o con tus amigos y platiquen lo que más les gusta y lo que menos les gusta de la Navidad. También, algo nuevo que les gustaría probar en ésta. Propongan todas las ideas que se les ocurran, hasta las más "locochonas". Después habrá tiempo para elegir cuáles valdría la pena intentar y cuáles no. Por ejemplo, en esta Navidad, todos nos vamos a vestir de…

Y por supuesto, si has dejado pendiente ofrecer una disculpa o perdonar, resuélvelo de una vez. Si es posible hablar con esa persona, hazlo y si no es posible, escribe todo ese dolor, ese resentimiento que has guardado y que no le hace ningún bien a tu alma, y después, amárralo a un globo, y envíalo al cielo, como acostumbran enviar los niños sus cartas a Santa Claus. Seguramente lo que escribiste ayudará a encontrar la paz que necesitas.



EEM

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