Nacional - Seguridad y Justicia

El secuestro es un gran negocio familiar y policial en México

2010-03-19

El estudio, remitido al Senado y que analiza la posible aprobación de una ley contra los...

México,  (EFE).- Los secuestros se han convertido en un negocio "familiar y policial" en México, un país donde existen elevados niveles de impunidad y una enorme capacidad de los criminales para infiltrar a las policías, dijeron a Efe fuentes del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).

Un estudio sobre este delito basado en encuestas a 232 secuestradores en reclusión elaborado por la institución, señala que el 22% de los captores han sido policías o han pertenecido a las Fuerzas Armadas, y que en el 25% de los casos, algún familiar del delincuente ha participado en la acción.

El estudio, remitido al Senado y que analiza la posible aprobación de una ley contra los secuestros, mostró que en el caso de las familias suele haber mujeres en las bandas que "cocinan, cuidan y hacen la limpieza" para los secuestrados, declaró a Efe Gustavo Fondevila, integrante del equipo que elaboró el documento.

La importancia de la familia es clave porque los secuestros "demandan un nivel de logística y confianza muy grande", aseguró el experto en seguridad pública.

Sin embargo, esta característica no es exclusiva de México pues se repite en otros países con altos índices de secuestros y poco desarrollados, como Argentina, agregó.

Generalmente, los secuestradores mexicanos son gente que ha sido encarcelada por un delito menor, en prisión conoce y aprende que el secuestro es muy lucrativo, y al quedar en libertad "se organiza con sus compañeros de cárcel o con su familia" y empieza a secuestrar, detalló Fondevila.

En el 15% de los casos la pareja de un secuestrador fue detenida, en el 16% el encuestado tuvo algún pariente encarcelado en su infancia, y en el 3% los secuestradores dijeron haber pasado por reformatorios.

En México un 5% de las víctimas de secuestro murió durante el cautiverio y lo distintivo de estos delitos es su "alta incidencia" y que son "muy poco denunciados".

En relación con la participación de policías en este delito, Fondevila dijo que en este país han fracasado todos los intentos hasta ahora para crear cuerpos de elite para solucionar las privaciones ilegales de libertad.

Por el contrario, los encuestados cuentan que les resultó fácil infiltrar a la Policía, algo que no se ha logrado frenar porque "el Estado no encaró una reforma policial" aún en México.

Estos ex agentes o policías secuestradores aportan "conocimientos, armas, habilidades, contactos e inteligencia" a las bandas donde están, lo que ha hecho prosperar este negocio.

Finalmente, el estudio revela que el 59% de los secuestradores encarcelados consultados cree que con influencias o dinero habría librado cárcel.

Además, el estudio señala que el 40% de los policías judiciales pidió dinero a los secuestradores, algo que también hicieron en el 14% de los casos los funcionarios de la fiscalía, el 13% de custodios en la cárcel y, en los juzgados, el 7% de los secretarios de acuerdos y el 6% de los jueces.

Para Fondevila, el hecho de que los intentos de extorsión hayan llegado a los juzgados pone de manifiesto que, además de que los policías sean corruptos, "los jueces también lo son".

Para frenar esta situación, más que una nueva ley como la que está sometida a trámite en el Congreso mexicano, el experto del CIDE cree que lo necesario es "que haya un sistema penal y una policía que funcionen" en el país.

El mes pasado, el Instituto Ciudadano de Estudios sobre la Inseguridad (Icesi) denunció en la Evaluación del Desempeño en el Combate contra el Delito de Secuestro 2007-2009, que en México "no existen cifras oficiales confiables" sobre la incidencia del secuestro.



EEM

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