Nacional - Seguridad y Justicia
Capturan a sobrino de capo de Los Zetas y a un jefe policial que lo protegía
México, (EFE).- Agentes mexicanos capturaron a un sobrino del capo del violento cártel de Los Zetas, Heriberto Lazcano "El Lazca", y a un jefe policial que protegía al primero a cambio de 16,000 dólares mensuales, informó hoy la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía).
La fuente señaló en un comunicado que, tras meses de investigaciones, agentes de la Policía Federal Ministerial detuvieron en el sureño estado de Tabasco a Roberto Rivero Arana, quien dijo ser sobrino del capo de Los Zetas, una banda criminal formada en sus inicios por militares desertores y convertida ahora en cártel.
Rivero Arana, según la PGR, era jefe de Los Zetas en los estados de Tabasco, Veracruz, Campeche, Chiapas y Quintana Roo, en el sur y sureste de México.
El delincuente, apodado "El Bebo", "El Felino" o "El Beto", fue capturado junto con Daniel Arturo Pérez Rosas, director de Seguridad Pública de Ciudad del Carmen (Campeche), "quien le brindaba protección y recibía un pago de 200 mil pesos (16,000 dólares) al mes".
Con ellos fue detenida una mujer, identificada como Clarissa Yamireth Zeleta Hernández.
A los detenidos les fueron incautados cinco fusiles AK-47, cinco R15, una granada, 4,600 cartuchos útiles de diferentes calibres, 13 cargadores de R15, de 38 Súper y de 9 milímetros.
También 800 bolsas de plástico con marihuana, de aproximadamente 100 gramos cada una, uniformes tipo policía y ropa para trabajo industrial con logotipos de la empresa estatal petrolera Pemex.
Además, un par de botas tipo militar, cartucheras y fornituras para armas largas y cortas, dos computadoras portátiles, nueve equipos de telecomunicaciones, 26 camisetas con el logotipo de la Policía Federal y de la Policía Municipal.
Además, en el lugar se encontraron dos tablas de madera para castigo, y un par de guantes negros.
Los Zetas fueron el brazo armado del cártel del Golfo, pero según las autoridades y analistas esta alianza se rompió este año por diferencias en ajustes de cuentas y la ambición de los primeros por controlar territorios para el tráfico de drogas en varias zonas del país.
Parte de esta guerra se vive en los norteños estados de Nuevo León y Tamaulipas.
EEM
