Ciencia y Tecnología

Un buque para cambiar el paisaje energético

2010-05-19

Los buques FLNG son

 David Winning/Dow Jones Newswires

Cuestan alrededor de 5,000 mdd cada uno, pero nadie ha construido un modelo real hasta ahora. De hecho, nadie sabe con seguridad siquiera si funcionarán. Pero los barcos que pueden convertir gas natural en líquido en el mar han despertado el interés de algunas de las empresas energéticas más grandes del mundo por lo que prometen: la capacidad de recurrir a reservas de gas natural ubicadas a cientos de kilómetros de la tierra.

El desarrollo de estos navíos FLNG —las siglas en inglés de gas natural licuado flotante— está en las etapas iniciales, y pasarán años antes de que uno de ellos salga al océano, incluso si todo sale bien. Royal Dutch Shell PLC, uno de los principales partidarios del FLNG entre las empresas energéticas, no prevé tomar una decisión final sobre si invertirá en un navío para su campo de gas Prelude cerca de la costa australiana hasta el próximo año. Si avanza, la construcción del barco comenzaría en 2012 y sólo entraría en operación en 2016.

Sin embargo, los buques FLNG han logrado cierto impulso. Los barcos se consideran para varios proyectos en aguas profundas en Asia, Australia y América del Sur, donde enviar el gas a plantas de procesamiento por tierra a través de un gasoducto sería muy costoso. Los buques cisterna convencionales podrían transportar el gas natural licuado (GNL) desde el barco FLNG hasta los clientes. Sólo en aguas australianas, afirman los expertos, podrían liberarse más de 700,000 millones de metros cúbicos de gas natural al usar FLNG, alrededor del equivalente a un año de suministro en EU.

Los buques FLNG son "realmente un factor de cambio en el mundo del GNL, en particular al apuntar a hallazgos de gas y a campos que tienden a estar más lejos de la costa, más remotos respecto a la infraestructura y a menudo poco económicos para desarrollar por medios convencionales", afirma Malcolm Brinded, director ejecutivo de exploración y producción mundial de Shell.

Shell señala que los barcos de FLNG pueden trasladarse de un campo extinguido a uno nuevo y asegura que tienen menos impacto en el medio ambiente, en cuanto a destrucción del hábitat, en comparación con las plantas de procesamiento en tierra. La empresa también ha preparado planes detallados para impedir o mitigar cualquier pérdida de GNL o de condensado —un combustible líquido que a veces está presente en campos gasíferos— durante el transporte o el almacenamiento en sitios que usan barcos FLNG. A diferencia del petróleo, el GNL que se filtra se evaporaría con rapidez, pero el condensado tiene el potencial de formar una mancha que amenazaría la vida silvestre.

Algunas empresas de energía también analizan el potencial de los barcos FLNG para procesar gas natural extraído durante el desarrollo de importantes pozos petroleros de crudo. Petróleo Brasileiro SA (Petrobras), de Brasil, BG Group PLC, del Reino Unido, y otros socios planean decidir el próximo año si enviarán un barco FLNG a la Cuenca de Santos, en Brasil, donde descubrieron el equivalente a varios miles de millones de barriles de crudo.

Múltiples Desafíos

Para desarrollar su potencial al máximo, un buque FLNG deberá superar desafíos técnicos, financieros y de marketing. Un gran tema técnico es diseñar un sistema de licuado y almacenamiento que pueda hacerle frente al movimiento del océano, en especial cuando hay tormentas. Una importante preocupación es que las fuerzas del gas licuado que se mueven dentro de contenedores parcialmente llenos pueden dañar el sistema de almacenamiento. Ese tema se intenta solucionar con contenedores diseñados para minimizar el derramamiento y con elaborados sistemas de anclas desarrollados para minimizar el movimiento de los barcos en el agua.

Las empresas energéticas, los astilleros y las firmas de tecnología que trabajan en conjunto en el proyecto de buques FLNG confían en que tienen las respuestas a todos los desafíos técnicos. Pero hasta que se construya un barco y se ponga en servicio, no hay forma de saber con seguridad si todas las cuestiones técnicas se han resuelto por completo. Y eso hace que el financiamiento de los proyectos FLNG sea más difícil. Desde que se desató la recesión global en 2008, los bancos se han mostrado renuentes a respaldar proyectos de energía que dependen de tecnología nueva.

Además, el descenso en los precios del gas natural que se registró en el último año y medio podría limitar la inversión en embarcaciones FLNG, al menos a corto plazo. La demanda energética ha declinado en respuesta a la desaceleración económica global, mientras que las inversiones en el desarrollo de depósitos de gas natural durante los años de auge que precedieron a la crisis crearon un exceso de provisiones en muchas regiones. Así que hay poca urgencia para la exploración de gas en altamar.

Wood Mackenzie, consultora de los sectores de energía, metales y minería, cree que estos cambios en el mercado hacen menos atractivos los proyectos de navíos FLNG para campos con reservas inferiores a 56,600 millones de metros cúbicos de gas natural, porque el retorno total en dichos campos no justificaría los gastos.

Otro factor clave para las empresas energéticas es considerar la actitud de potenciales clientes, indicó Deutsche Bank AG en un informe de diciembre sobre buques FLNG. Es probable que los posibles compradores sean cautos a la hora de comprometerse a comprar gas del proyectos de barcos FLNG para entrega en el futuro, según el informe, dados los obstáculos técnicos y la disponibilidad inmediata de fuentes de provisión de gas alternativas ya probadas.



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