Nacional - Seguridad y Justicia

Surgen dudas sobre la identidad de 4 de 16 hondureños asesinados en México

2010-09-02

Entre los hondureños sobre los que hay duda figura uno de raza negra, originario de Tela, en...

Tegucigalpa, (EFE).- La dramática jornada de repatriación de 16 cadáveres de hondureños asesinados en la matanza de inmigrantes en México culminó hoy con la confusión generada por las dudas sobre la identidad de cuatro de ellos.

Horas después de que los 16 cadáveres fueran repatriados desde México, el fiscal general de Honduras, Luis Rubí, anunció que 12 fueron entregados a sus familiares pero cuatro han sido retenidos hasta esclarecer su identidad.

Rubí explicó que la identidad de esos cuatro no coincide con la información que han facilitado sus familiares, por lo que han pasado a medicina forense del Ministerio Público para continuar con las investigaciones.

Entre los hondureños sobre los que hay duda figura uno de raza negra, originario de Tela, en el Caribe de Honduras, pues el cadáver que viene en la caja mortuoria no es él, aseguró.

"Estábamos esperando dos cadáveres de la raza negra y solamente aparece uno", enfatizó Rubí, quien además anunció que de ser necesario el Ministerio Público enviará fiscales a México para aclarar la situación.

Los 16 hondureños forman parte de los 72 latinoamericanos asesinados en agosto pasado en un rancho del estado de Tamaulipas.

Rubí expresó que "ante una masacre de 72 personas es posible cometer errores" y que por eso el Ministerio Público exigió que se hicieran análisis forenses una vez repatriados los cadáveres.

El canciller de Honduras, Mario Canahuati, lamentó la situación, por lo que emocionalmente representa, principalmente para los familiares de las cuatro víctimas cuya identidad no ha sido esclarecida.

Según el canciller Canahuati, otros cinco hondureños, que hasta ahora solamente están "preidentificados", también fueron asesinados en la matanza de Tamaulipas.

Los 16 cadáveres fueron repatriados en un avión de la Fuerza Aérea Mexicana y recibidos en una solemne y dolorosa ceremonia celebrada en la Base Aérea Hernán Acosta Mejía de Tegucigalpa en medio de la conmoción de los dolientes.

El presidente de Honduras, Porfirio Lobo, encabezó el acto, acompañado de su esposa, Rosa, y de otras autoridades hondureñas.

Lobo calificó como "una inmensa tragedia" para Honduras la muerte de los hondureños en la matanza de Tamaulipas y expresó en un breve mensaje a los familiares de las víctimas las muestras de condolencia y solidaridad a nombre del pueblo y de su Gobierno.

Cada caja mortuoria venía identificada con un número y el nombre de la víctima, más el mensaje bíblico "Dios es más grande que nuestros problemas".

Algunos familiares sufrieron desmayos cuando eran llamados para que fueran a recibir a su pariente, antes de que pasaran a un hangar de la Fuerza Aérea para las pruebas de ADN, odontológicas y dactilares practicadas por forenses del Ministerio Público.

La matanza de México acabó con las ilusiones de los hondureños y los demás inmigrantes latinoamericanos por alcanzar un mejor futuro en Estados Unidos.

Tal es el caso del hondureño Miguel Ángel Cárcamo, quien vivía con su familia en la aldea El Guante, un poco más de 100 kilómetros al noreste de Tegucigalpa, pero que con alguna frecuencia venía a la capital a extraer arena que se utiliza en la industria de la construcción, para el sustento de su esposa y sus cuatro hijos.

"Él era un hombre de hogar, se esforzaba para que a sus hijos no les faltara nada, aunque ganaba muy poco dinero", relató a Efe la esposa de Miguel Ángel, Marleny Suárez, mientras esperaba los restos de su pareja en la base aérea en Tegucigalpa.

Canahuati señaló que fue una "irresponsabilidad" del presidente de Ecuador, Rafael Correa, el haber revelado a la prensa de su país que, además de un ecuatoriano, un hondureño sobrevivió a la matanza, pues eso pone en peligro la vida de éste y su familia, aunque está bajo la protección del Gobierno de México.

Cada año miles de hondureños jóvenes y pobres se arriesgan a viajar de manera ilegal a Estados Unidos ante la falta de oportunidades de trabajo en su país.

Pero unos 34,901 de esos inmigrantes hondureños han sido deportados este año de Estados Unidos y México, según el Centro de Atención al Migrante Retornado en Tegucigalpa.

Las autoridades de Tegucigalpa registran alrededor de un millón de hondureños viviendo legal o ilegalmente en Estados Unidos, de donde cada año envían remesas familiares por más de 2,500 millones de dólares, que son un ligero alivio para la economía de Honduras, uno de los países más pobres de América Latina.



TRO

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