Internacional - Población

Sindicatos franceses calientan motores de cara a nueva jornada de protestas

2010-09-21

Según un sondeo difundido el fin de semana por el instituto IFOP, el mandatario galo tiene...

Por Gabriela Calotti

PARÍS, 2010 (AFP) - Sindicatos y oposición de izquierda franceses confían en que la nueva jornada de protestas y huelgas del jueves próximo contra la reforma del sistema de jubilaciones que impulsa el presidente Nicolas Sarkozy tenga un respaldo masivo.

"Tiene que haber al menos la misma cantidad (...) y tenemos buenos indicios. La prioridad es ampliar la movilización", afirmó Bernard Thibault, secretario general de la CGT, principal de los seis sindicatos convocantes, refiriéndose a los 2,7 millones de personas (1,1 según la policía) que salieron a las calles el 7 de septiembre.

Ese día, la Asamblea Nacional (cámara Baja), controlada por los diputados de la mayoría gobernante de la UMP (derecha), empezó a debatir la reforma que aprobaron una semana después.

Thibault no dudó en cuestionar la forma "autoritaria" y "sin debate" en que fue llevada adelante la principal y más polémica reforma de la presidencia de Sarkozy que concluirá en 2012, cinco años después de afirmar en plena campaña que "el derecho a la jubilación a los 60 años debe permanecer".

Los transportes públicos serán seguramente los más afectados por la huelga del jueves, que también ha sido convocada en el sector privado.

La intersindical se reunirá el viernes para decidir el próximo paso, que podría ser una jornada de movilizaciones pero en fin de semana.

Conscientes de que el sistema de jubilación debe ser reformado para financiar un enorme déficit que en 2030 alcanzará los 70.000 millones de euros, el 63% de los franceses son favorables a "otra reforma", según una encuesta del instituto CSA.

El 70% insiste en rechazar los puntos claves del actual proyecto: aumentar de 60 a 62 años la edad mínima para acceder a la jubilación y de 65 a 67 años la edad para cobrar una pensión completa.

Estas medidas castigan principalmente a quienes empezaron a trabajar jóvenes, a las mujeres y a quienes han tenido una carrera interrumpida, argumentan los sindicatos y la oposición.

Para denunciar una "reforma injusta" y con la mirada puesta en 2012, dirigentes socialistas, comunistas, verdes y extrema izquierda reclamaron la retirada del proyecto, que sigue su curso parlamentario.

A partir del 5 de octubre empezará su tratamiento en el Senado, donde hay un mayor margen de negociación pues la UMP necesita los votos centristas, señalaba el martes la prensa, apuntando a posibles enmiendas sobre el aumento de la edad para la jubilación plena.

Una idea sin embargo rechazada por el ministro de Trabajo, Eric Woerth, debilitado por las sospechas de conflicto de intereses que pesan sobre él en relación con el escándalo político-fiscal de la heredera del grupo L'Oreal.

Anticipándose a la movilización del jueves, el gobierno anunció mejoras destinadas a los desocupados de mucha edad, a los discapacitados y en la igualdad entre hombres y mujeres en materia de remuneración.

"Respaldada por la opinión pública, la izquierda espera movilizar masivamente el jueves", afirma el martes el diario francés Le Monde, que recuerda el nuevo bajón de popularidad de Sarkozy.

Según un sondeo difundido el fin de semana por el instituto IFOP, el mandatario galo tiene el respaldo de sólo el 32% de los franceses.

Como si fuera poco, la prensa reveló que el denominado "escudo fiscal", iniciativa impulsada por Sarkozy para que ningún contribuyente pague más del 50% de sus ingresos al fisco, costó en 2009 al Estado francés 678 millones de euros, beneficiando a una minoría adinerada de 19.000 contribuyentes.

Francia cuenta con 15 millones de jubilados que cobran un promedio de 1.200 euros (1.500 dólares).



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