Las librerías francesas temen la invasión de los libros electrónicos

Por Max Colchester, The Wall Street Journal

PARÍS—Durante 30 años, la librería familiar de Thierry Meaudre ha estado protegida de la competencia de las grandes cadenas minoristas, gracias a una ley que prohíbe descuentos significativos en los libros. Ahora, espera que el gobierno francés lo proteja de una nueva amenaza: el libro electrónico.

"Tengo pesadillas sobre libros digitales desde hace años", afirmó Meaudre, de 50 años, rodeado de pilas de coloridos libros de arte. "No sólo aparece en el horizonte. Se está convirtiendo lentamente en una realidad".

Mientras que las librerías independientes y las pequeñas editoriales están a merced de las fuerzas del mercado en la mayoría de los países latinoamericanos, sus contrapartes en buena parte de Europa están protegidas.

En Francia, una ley de 1981 prohíbe la venta de libros con descuentos de más de 5% del precio de la cubierta, una medida que protege los pequeños márgenes de ganancias de los vendedores de libros independientes. Pero los libros electrónicos, que no están incluidos en la ley de 1981 porque la legislación se refiere a "volúmenes impresos", se suelen vender con rebajas de 25% frente a los libros físicos.

Ahora, Francia analiza cuál es la mejor forma de frenar a los grandes minoristas de Internet, como Amazon.com y Apple Inc., para que no perjudiquen a librerías y editoriales más pequeñas con sus grandes descuentos sobre libros electrónicos. El senador Jacques Legendre propuso en septiembre una ley que les permitiría a las editoriales establecer el precio minorista de los libros electrónicos.

En Francia, una editorial suele ofrecerles a las librerías un margen de ganancia de entre 30% y 40%, dependiendo, por ejemplo, del tamaño de una librería y de su historial de ventas. Pero si las librerías tienen que competir con fuerte descuentos sobre los libros electrónicos, sus márgenes de ganancia se reducen, un problema en especial para las tiendas pequeñas.

El objetivo de Legendre es impedir la combinación de descuentos que socavó la venta de discos compactos. "¿Queremos que lo que le sucedió a la industria de la música le suceda a la de los libros?", preguntó. Francia tiene una tradición de apoyar a una densa red de 3,000 librerías independientes que ayudan a promocionar una amplia variedad de géneros literarios, lo que garantiza que el mercado no esté dominado por los títulos que son éxitos de ventas, las grandes editoriales y las grandes cadenas de tiendas.

"Francia cree desde hace mucho tiempo que un libro no se trata sólo de un negocio", indicó el legislador Hervé Gaymard, quien publicó un estudio sobre los precios fijos de los libros en Francia. "Es una identidad cultural".

Las pequeñas librerías temen que se repita la guerra de precios que estalló con la llegada de los libros electrónicos en EU, donde Wal-Mart Stores Inc. y Target rebajaron significativamente los precios de los libros impresos para competir con los electrónicos.

Sin embargo, el proyecto de ley de Legendre, que será debatido en octubre en el Congreso, enfrenta críticas. Los rápidos cambios en la incipiente industria de los libros electrónicos hacen difícil determinar qué regulaciones son las más apropiadas. Cualquier legislación sería "demasiado rígida o quedaría obsoleta rápidamente", dijo este año la agencia francesa reguladora de la competencia, que recomendó un período de espera de dos años para ver cómo evoluciona el mercado antes de implementar cualquier ley.

Los libros electrónicos son el producto de mayor crecimiento de las editoriales, si bien aún su participación del mercado es pequeña. Según el Sindicato Francés de Vendedores de Libros, constituyen menos de 1% del mercado total en Francia, valorado en 1.640 millones de euros (US$2,200 millones).

En EU, las ventas de libros electrónicos representaron 8,3% del total de US$4,200 millones en ventas en el primer semestre de 2010, según la Asociación de Editoriales Estadounidenses.

Marc Lolivier, el director general de la Federación Francesa de Comercio Electrónico y Ventas a Distancia, dijo que el tema ha causado una "división" entre sus miembros, ya que muchos hacen negocio tanto con el comercio electrónico como con librerías.

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