Múltiples bloqueos y huelgas mantienen en vilo a Buenos Aires

Buenos Aires, (EFE).- Una serie de bloqueos del tránsito y cortes parciales del transporte público mantienen en vilo a millones de pobladores de Buenos Aires y su periferia al comenzar hoy la huelga general de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) en repudio al asesinato de un joven durante un conflicto gremial.

Miles de automovilistas permanecieron atascados en una fila de varios kilómetros de largo en una autopista de acceso a la zona norte de Buenos Aires cortada durante cuatro horas por trabajadores de una empresa alimentaria afiliados a la CTA, uno de los dos grandes sindicatos del país.

Apenas levantado este bloqueo, comenzó otro en un puente que une al sur de la capital argentina con su populoso conurbano, donde diferentes organizaciones sociales y sindicales se preparan para marchar hacia la Plaza de Mayo, frente a la sede del Gobierno argentino.

Las cinco líneas del metro de Buenos Aires y otras tantas del ferrocarril sufren cortes parciales del servicio como parte de las protestas por el asesinato a balazos de un militante del trotskista Partido Obrero (PO) en el enfrentamiento del miércoles entre trabajadores y grupos de choque del sindicato Unión Ferroviaria.

Una activista del PO, de 57 años, recibió un balazo en la cabeza que la mantiene en grave estado en un hospital público de Buenos Aires donde también fue atendido otro herido de la misma fuerza política de izquierda.

Los principales partidos de la oposición, organizaciones estudiantiles y de desocupados responsabilizaron al Gobierno peronista de Cristina Fernández, al que acusan de "apañar" a la "burocracia sindical", entre otros cargos rechazados por las autoridades, que prometieron investigar el hecho de violencia, por el que de momento no hay ningún detenido.

La Unión Ferroviaria, que controla cooperativas contratistas del ferrocarril estatal, forma parte de la Confederación General del Trabajo (CGT), el mayor y más antiguo sindicato del país, liderado por el camionero Hugo Moyano, afín al Gobierno de Fernández.

El Partido Obrero sostuvo que la policía permitió que "patotas" (grupos de choque) del sindicato ferroviario atacaran a balazos a activistas de esa fuerza política que apoyaban una protesta por despidos y bajos salarios en plantillas de trabajadores de empresas contratistas del ferrocarril estatal.

La oleada de protestas callejeras volvió a desatar hoy el caos en el tránsito en Buenos Aires y su periferia, donde se calcula que residen al menos doce millones de personas.

"El crimen no puede ser moneda de cambio para un reclamo de los trabajadores", advirtió hoy el líder de la CTA, Hugo Yasky, al repudiar el asesinato de Mariano Ferreyra, de 23 años, "que fue muerto cuando simplemente reclamaba por los trabajadores".

El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, insistió hoy en que se castigará "con toda dureza" a los responsables "materiales e intelectuales" del crimen.

"No se puede ser contemplativo. Hay que ir a fondo. Estamos investigando con nuestros profesionales de la mejor manera", aseguró a radios locales.

En una escueta alusión a los incidentes, Cristina Fernández, afirmó el miércoles que "hay que identificar a los autores materiales e intelectuales" del crimen.

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