Internacional - Población

Manifestantes egipcios saludan al ejército

2011-01-30

No estaba en claro si las protestas que continúan en la capital y en todo el país...

EL CAIRO (AP) - Desbordantes de júbilo, numerosos egipcios treparon el sábado a tanques del ejército y vehículos de transporte de tropa en El Cairo.

En la plaza Tahrir, en el centro de la ciudad, los manifestantes levantaron en andas a un oficial del ejército que lucía una bandera egipcia sobre los hombros y entonaron "¡El pueblo y el ejército son uno solo!"

Aunque no había evidencias de que la lealtad de los soldados había decaído, los militares parecían extremar medidas para tranquilizar a la gente sin antagonizar a los manifestantes. Por lo menos un oficial ordenó a sus hombres evitar siquiera empujarlos.

No estaba en claro si las protestas que continúan en la capital y en todo el país terminarán haciendo que el ejército abandone su moderación o su lealtad al régimen.

El presidente Hosni Mubarak, de 82 años, ex jefe de la fuerza aérea, el sábado designó como vicepresidente a su jefe de inteligencia, Omar Suleiman. Este también surgió de las filas del ejército de medio millón de efectivos, que ha dado a Egipto todos sus cuatro presidentes desde que la monarquía fue derrocada en 1952.

El ejército ha disfrutado del respeto de los ciudadanos, que lo perciben como la institución pública menos corrupta y más eficiente, particularmente en comparación con una fuerza policial notoria por su mano dura y corrupción. Al ejército se le atribuye haber derrotado a Israel en la guerra de 1973. Por su parte, los militares se ven a sí mismos como garantes de la estabilidad nacional y por encima de las divisiones políticas, leales tanto al gobierno como a los intereses de la población general.

En los últimos años el ejército ha incursionado en actividades económicas y tiene un papel creciente en sectores clave como producción de alimentos y construcción. Se destacó en el 2008 durante una aguda escasez de pan. A partir de entonces abrió comercios para la venta de alimentos básicos con grandes descuentos.

El ejército ha proyectado claramente una imagen de ser el defensor a ultranza del poder en el país el viernes y sábado cuando se movilizó expeditivamente para proteger la televisión estatal, el parlamento, la oficina del primer ministro y el Museo Egipcio, sede de artefactos invalorables de hasta 5,000 años de antigüedad.

El jefe del estado mayor, teniente general Sami Hafez Anan, abrevió una visita a Estados Unidos para regresar a El Cairo el viernes por la noche.

Los manifestantes abrazaron y besaron a los soldados y posaron para fotografiarse junto con ellos. Algunos pintaron los vehículos militares con lemas que exigían la salida de Mubarak.

Algunos soldados asistieron impasibles a saqueos de supermercados, centros comerciales, estaciones policiales y clubes nocturnos.

Pero el ejército deberá imponer pronto el orden en las calles, lo que a su vez arriesgará la buena voluntad de algunos de los manifestantes. Ese cambio empezó a evidenciarse el sábado, cuando advirtió que lidiará enérgicamente con los transgresores y aconsejó no violar el toque de queda nocturno o congregarse en público.



EEM

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