Reportajes

Los jóvenes egipcios quieren seguir siendo dueños de su revolución

2011-02-09

Por Anna Cuenca, AFP

EL CAIRO - Los jóvenes egipcios que iniciaron la sublevación contra el régimen de Hosni Mubarak desconfían de los partidos políticos que "buscan sacar tajada" y afirman no estar dispuestos a que nadie les robe su revolución, ni les excluya de la transición a un nuevo Egipto.

Son jóvenes profesionales, muchos de ellos 'bloggers', que han dejado trabajo y familia para instalarse en una carpa improvisada con palos y pedazos de plástico en la emblemática plaza Tahrir (Liberación) de El Cairo, donde exigen la renuncia del presidente Mubarak y la enmienda de la Constitución.

"El presidente y no solo él, todo el régimen, deben dejar el poder inmediatamente. No nos iremos de aquí hasta que lo logremos", afirma Farhat Ahmad Ali, de 32 años, determinado a resistir pese al alto precio que está pagando.

El jueves pasado, en este mismo lugar, según cuenta, dos de sus hermanos murieron: uno de ellos, ingeniero, de un disparo de un francotirador en la cabeza, y el otro, médico, tras ser apaleado con un objeto metálico por partidarios de Mubarak.

Los jóvenes lanzaron su contestación hace meses sirviéndose de redes sociales como Facebook y Twitter. Más tarde lograron propagar su sublevación prodemocrática a todos los sectores sociales con masivas manifestaciones. Ahora están convencidos de que su impulso es imparable.

"Más del 60% de la población egipcia tiene menos de 35 años (...) y si insistimos en que las cosas cambien, las cosas tienen que cambiar", sostiene Shaima Ulaimi, traductora de inglés de 33 años y 'blogger' desde hace tres.

"Aquí se ha reunido gente de muchas clases sociales, del campo, de la ciudad, con una única meta: que Egipto sea mejor y que nunca se dé marcha atrás", agrega Ahmed Adl, de 25 años, licenciado en Historia del Arte.

Insisten en que el suyo no es un movimiento partidario.

"Lo que hacemos no tiene nada que ver con los partidos existentes", afirma Rami Ghanem, abogado de 32 años y miembro del movimiento "Todos somos Jaled Said", nombrado en homenaje a un joven de 28 años que murió a manos de la policía en Alejandría en junio.

"Ahora estamos discutiendo cómo ir hacia adelante", una vez que se logre el objetivo de hacer caer a Mubarak, añade Shaima, dejando clara su desconfianza hacia las fuerzas políticas tradicionales. "Todo el mundo está buscando sacar tajada, pero la gente que está aquí no es tonta y no dejará que eso suceda", asegura.

Lamentan que algunas fuerzas de la oposición emprendieran un diálogo con el vicepresidente Omar Suleimán y niegan rumores de que los jóvenes estén conversando con un poder que consideran ilegítimo.

"Tampoco queremos que el cambio venga de Estados Unidos o de otros países, que se nos imponga desde fuera, ni que venga a bordo de un tanque como en Irak", agrega.

El suyo es un movimiento colectivo y espontáneo, carente por el momento de un líder. Pero algunos ponen sus esperanzas en Wael Ghonim, joven ejecutivo de Google convertido en un héroe desde que el lunes se supo que era uno de los iniciadores del movimiento en internet y que pasó 12 días detenido por los temibles servicios de seguridad del Estado.

"Estamos esperando a Wael Ghonim. Esperamos que nos dé su idea sobre el próximo paso. Aunque ha dicho que no quiere formar un partido político, tenemos la esperanza de que lo haga", afirma Rani.

Mubarak ha agitado el espantajo de un riesgo islamista para aferrarse al poder, pero estos jóvenes afirman no temer a los grupos religiosos.

"Este no es un movimiento iniciado por los Hermanos Musulmanes, ellos no son nuestros líderes", recuerda Shaima. "Nunca habrá fundamentalismo islámico en Egipto porque nadie lo quiere", asegura. "Queremos un Estado laico", afirma, considerando que una Constitución democrática sería la mejor salvaguarda contra cualquier intento de abuso.

"Queremos una verdadera economía de mercado y que se dé a los jóvenes la posibilidad de tener un trabajo", agrega Mohamed Zakaria, de 34 años, empleado de marketing.

Pero ¿cómo estimular el crecimiento económico para generar esos empleos? ¿Cómo hacer aceptar a la población reformas económicas impopulares? Todavía no tienen todas las respuestas, su movimiento político es aún demasiado incipiente.



EEM

Notas Relacionadas

No hay notas relacionadas ...



Utilidades Para Usted de El Periódico de México