Fuerzas de Kadhafi presionan a rebeldes, diplomacia estancada

 Mohammed Abbas/Reuters

Ajdabiyah, Libia.- Aviones de guerra y helicópteros de Muammar Gaddafi bombardearon y ametrallaron el martes una ciudad en manos de rebeldes, mientras Francia fracasaba en su intento por convencer a las potencias mundiales de instaurar una zona de exclusión aérea para proteger a los civiles.

Apenas armadas, las fuerzas rebeldes luchan por contener el implacable avance de las tropas gubernamentales de Libia a lo largo de la costa del desierto, estrangulando lentamente el levantamiento de un mes contra los 41 años en el poder de Gaddafi.

Aviones caza lanzaron ataques aéreos en la puerta oeste de Ajdabiyah, la última gran ciudad antes del bastión rebelde en Bengasi, indicaron testigos. La ciudad en sí misma, que se encuentra en un cruce de caminos estratégico, fue ametrallada por un helicóptero.

Las tácticas gubernamentales durante la contra-ofensiva siguieron un patrón. Los bombardeos son seguidos por descargas de artillería, luego por un ataque armado en terreno, lo que sugiere que Ajdabiyah era preparada para un ataque.

Pero aunque no se puede descartar un avance en Ajdabiyah, los combates seguían por tercer día consecutivo en la ciudad petrolera de Brega, en la costa suroeste de Ajdabiyah, indicaron rebeldes.

En un anticipo de la ferocidad y caos de los enfrentamientos urbanos que podrían envolver a Bengasi, una ciudad de 670,000 habitantes, Brega ha cambiado varias veces de manos, con los rebeldes luchando una guerrilla resistida entre escombros. Brega posee 4,300 habitantes.

"En Brega, aún es avanzar y replegarse, no tenemos el control y ellos tampoco", declaró el combatiente rebelde Hussein al-Wami.

Ministros de Relaciones Exteriores del Grupo de los Ocho países que se reúnen en París evitaron acordar presionar al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para apoyar una zona de exclusión aérea para proteger a las ciudades libias contra bombardeos aéreos.

En cambio, el G8 dijo que los libios tienen derecho a la democracia y advirtieron a Gaddafi que enfrentaba "duras consecuencias" si ignora los derechos de su pueblo. El G8 urgió al Consejo de Seguridad a elevar la presión sobre Gaddafi, incluyendo más medidas económicas.

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