Turismo

Bali: el paraíso turístico indonesio es víctima de su propio éxito

2011-04-19

El gobernador habla con entusiasmo acerca de grandes planes de construir nuevas autopistas, un...

Joe Cochrane / Dow Jones Newswires

El viaje desde el Aeropuerto Internacional Ngurah Rai de Bali a las zonas turísticas populares de Kuta Beach y Seminyak es de menos de cuatro kilómetros, pero puede tomar unos frustrantes 60 minutos si los visitantes llegan a la hora equivocada del día. Es un recorrido en el que se avanza y frena constantemente, con el aire acondicionado al máximo mientras autos, camiones de reparto, autobuses y motocicletas se abren paso a empellones. Todo esto a través de angostas carreteras construidas en la década de los años 80, cuando Bali era principalmente un destino de mochileros y viajeros con bajos presupuestos.

A lo largo del camino hay locales que venden muebles de diseñadores para villas de propietarios extranjeros y locales ricos, como también bares, comercios que venden imitaciones de marcas reconocidas y cadenas de comida rápida.

Esto es el paraíso, llamada la "isla de los dioses" por sus habitantes debido a unos 20.000 templos y altares hindúes. Los visitantes son atraídos por un ambiente gentil, espléndidas playas, excelentes olas para surfing y una pujante tradición de artes, música y danzas locales.

Un récord de 2,3 millones de extranjeros visitó Bali en 2010, casi el doble de 2002, un año doloroso para la isla: dos bombas detonadas por extremistas musulmanes en un bar y un club nocturno causaron la muerte de 202 personas.

La isla ha tenido una fuerte recuperación, incluso después de un segundo atentado terrorista en 2005. La mayoría de los visitantes proceden de Australia. Bali también se ha beneficiado de un alza en los viajes regionales de asiáticos, entre ellos japoneses, surcoreanos y, cada vez más, chinos. El turismo y los sectores afines representan alrededor de 85% de la economía de la isla, y alrededor de 80% de todos los visitantes extranjeros a Indonesia sólo va a Bali, según datos de inmigración.

El aumento en el arribo de turistas ha traído una mayor prosperidad a buena parte de la isla. Pero también ha creado una nueva serie de problemas completamente nuevos para los cuatro millones de habitantes de Bali: la isla ahora padece de embotellamientos de tráfico horrendos, una sucesión aparentemente infinita de nuevos proyectos de centros turísticos, villas construidas ilegalmente, delitos relacionados a turistas y una creciente demanda de electricidad y agua que amenaza con exceder la capacidad de las empresas locales de servicios públicos.

Las autoridades de la isla son conscientes del empeoramiento de la situación. En 2009, el gobernador de Bali, I Made Pastika, advirtió al consejo de la isla que 260 de los 400 ríos y cursos hídricos de Bali no funcionaban adecuadamente debido al desarrollo incontrolado, la deforestación y el excesivo bombeo de agua subterránea para empresas.

El gobernador habla con entusiasmo acerca de grandes planes de construir nuevas autopistas, un nuevo aeropuerto en el distrito norte de Buleleng y quizá incluso un ferrocarril, pero casi ninguno de estos proyectos ha arrancado.



KC
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