Internacional - Población

Temor a los saqueos en la devastada Tuscaloosa tras tornados en sur de EU

2011-04-29

Muchos comercios son casi irreconocibles y resulta complejo determinar que funcionaba allí....

Juan Castro Olivera / AFP

TUSCALOOSA- Miles de damnificados por el gigantesco tornado que arrasó Tuscaloosa, en el sur de Estados Unidos, intentaban este viernes recuperar sus bienes en casas literalmente destruidas por el azote de los vientos, ante el creciente temor de los saqueos.

Los residentes de Tuscaloosa, en el estado de Alabama, buscaban recuperar del interior de sus viviendas camas, colchones, muebles, televisores, equipos de aire acondicionado y todo tipo de artefactos y ropa para evitar posibles robos, en un lugar que al caer la noche queda completamente a oscuras tras el corte total de electricidad.

En Alabama, el estado más afectado por los tornados del miércoles, hasta un millón de personas quedaron sin electricidad. Y podrían pasar varios días antes de que retorne la energía mientras se trabaja removiendo miles de árboles que cortaron cables por todas partes.

Tomas Higgs trabajó todo el día colocando paneles de madera que reemplazaran parte del frente de su casa que fue arrancado en segundos por el tornado.

"Tengo que conseguir cerrar la casa de alguna manera. Tengo muchas cosas bonitas y objetos de valor y quiero protegerlos. Todo el mundo sabe lo que pasa durante la noche en estos casos si no tenemos cuidado con nuestras casas", dijo a la AFP.

Muchos tienen en mente lo que ocurrió después del huracán Katrina, en Nueva Orleans, cuando las evacuaciones fueron seguidas de una ola de saqueos de las casas inundadas y abandonadas.

El gobernador de Alabama, Robert Bentley, dijo que reforzaría la seguridad en Tuscaloosa y pidió al gobierno estadounidense que "envíe a esta ciudad un refuerzo de 500 hombres de la Guardia Nacional", para sumarse a los 300 que ya están desplegados.

Muchos comercios son casi irreconocibles y resulta complejo determinar que funcionaba allí. Se ven abandonados, con los frentes y el interior destrozados y todos los productos desparramados por el suelo.

Dentro de un restaurante de comida rápida, una familia entera intentaba sacar cajas de mercadería, microondas y heladeras.

"Nunca habría imaginado que un tornado pudiera ocasionar un destrucción así en una ciudad", se lamenta Rose Livingston, mientras sus hijos cargan en su coche latas de soda, botellas de vino y alimentos que consiguió salvar de su pequeño comercio dañado por la tormenta.

"Nos quedaremos a dormir aquí si hace falta, porque no podemos dejar este lugar así, nos van a robar todo", dijo el jueves a última hora.

El alcalde de Tuscaloosa, Walt Maddox, ordenó un toque de queda cada noche desde las 10 hasta las 8 de la mañana para evitar los robos en gran cantidad de comercios y viviendas, que no fueron reparados y continúan repletos de bienes.

En una casa, completamente destrozada, una leyenda sobre un muro ordenaba "mantenerse lejos" y advertía que cualquier intruso que quisiera ingresar sería recibido "a los tiros".

En varios comercios se llevaron la noche del jueves las maquinas registradoras, parte del mobiliario y productos, dijo Tray Schild, dueño de "Batteries Plus", un comercio -el único abierto en la zona-

que vende herramientas y baterías de uso doméstico y para vehículos.

"Estamos abiertos en medio de la nada, pero estamos ayudando porque lo que nosotros vendemos hace mucho falta en este momento que no hay energía", comentó Schild a la AFP.

José Romano, un mexicano que vive en esta ciudad desde hace cinco años, cuando llegó de México con su esposa Haydée con la esperanza de abrirse un mejor futuro, caminó entre escombros de casas destruidas y todavía no puede creer que su vivienda quedara intacta.

"No metimos en el baño con nuestra bebé, de 11 meses. Teníamos miedo de que le pasara algo, pero tuvimos suerte. El tornado parece que eludió nuestra casa, así que ahora toca ayudar a los vecinos que lo necesitan", contó a la AFP.

"Estamos muy contentos acá, se vive muy tranquilo y la policía no anda persiguiendo a la gente", dijo en una velada referencia a la situación que viven latinos en otros estados, por la aplicación de leyes muy duras contra la inmigración ilegal.

Otros dos mexicanos, los hermanos Hernando y Miguel Jiménez, entregaban agua y comida que miembros de varias iglesias cristianas llevaron al lugar para ayudar a los damnificados del tornado.

"Es muy lamentable esto que pasó. Pero si hay una parte buena es que habrá trabajo para reconstruir esta ciudad y eso ayudará a mucha gente que aquí está desocupada", comentó Hernando.

El paso de una serie de tornados y tormentas en los últimos días en el centro y sureste de Estados Unidos deja ya más de 300 muertos en varios estados, más de 200 sólo en Alabama, en la peor catástrofe natural que afronta el país desde el huracán Katrina en 2005.



KC
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