Internacional - Población

Investigación de atentados de Londres exculpa a servicios de seguridad

2011-05-06

El MI5, el servicio de inteligencia interior británico, comenzó a vigilar al...

Londres, (AFP) - La investigación judicial sobre los atentados de 2005 en la red de transporte de Londres, reivindicados por Al Qaida, exculpó este viernes en sus conclusiones a los servicios de inteligencia británicos, al estimar que nada podría haber podido reducir el balance de 52 muertos.

"Las pruebas son tales que no sería ni justo ni honesto criticar a los servicios de seguridad", declaró la juez Heather Hallett, que presidió la indagación, al dar lectura en un tribunal del centro de Londres a las conclusiones de seis meses de trabajo.

Por capricho del calendario, las conclusiones se anunciaron sólo unos días después de la muerte del líder de Al Qaida, Osama bin Laden, abatido el domingo en una operación estadounidense en Pakistán.

El MI5, el servicio de inteligencia interior británico, comenzó a vigilar al líder de los kamikazes, Mohamed Sidique Khan, pero luego abandonó su caso alegando una falta de medios y que no era un sospechoso prioritario.

Habría sido "técnicamente posible" determinar los contactos de Sidique Khan, estimó la juez, pero dijo, "con recursos y tiempo ilimitados". "Los servicios de seguridad no tenían y siguen sin tener recursos ilimitados", agregó.

La juez enumeró sin embargo varias recomendaciones para "mejorar" la definición de los blancos prioritarios en el MI5.

Heather Hallett también exculpó a los servicios de emergencia, acusados en algunos casos de lentitud. Las pruebas no permiten concluir que "una organización o una persona provocó o contribuyó a las muertes", afirmó en una sala repleta de familiares de víctimas.

Las 52 personas más afectadas por las explosiones hubieran fallecido, "independientemente de la hora a la que los servicios de emergencia llegaran hasta ellos y los rescataran", concluyó la juez.

"Las pruebas médicas y científicas conducen a una única y triste conclusión: cada una (de las víctimas) habría muerto de todos modos", estimó calificando las 52 muertes de "delito de homicidio".

El 7 de julio de 2005, cuatro explosiones casi simultáneas en tres metros y un autobús de la capital británica dejaron 52 muertos, además de los cuatro kamikazes islamistas británicos, y más de 700 heridos, en el peor atentado jamás registrado en suelo británico.



TRO

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