Turismo

La guerra no afecta a la "Atenas africana" pero mata el turismo

2011-05-17

Las autoridades libias comenzaron entonces a dar visas de turismo, por medio de agencias de viaje...

Rory Mulholland / AFP

CHAHAT.- Las ruinas espectaculares de la antigua ciudad griega de Cirene sobrevivieron, intactas, a la sangrienta revuelta libia, pero la rebelión mató al turismo en un país que apenas comenzaba a abrirse.

Tres vacas deambulan por el ágora, únicas visitantes de este espléndido sitio en lo alto de la colina, donde los vestigios de una ciudad fundada en el siglo VII antes de nuestra era y durante un tiempo conocida como la "Atenas africana" siguen casi intactos.

El año pasado, 10,000 turistas de Japón, Alemania o Gran Bretaña vinieron a visitar Cirene, pero nadie vino desde febrero, cuando los libios lanzaron su rebelión contra el régimen de Muamar Gadafi, explicó Mohamed Bucharit, guía turístico.

Mohamed se pasea con nostalgia por esta ciudad inscrita en el Patrimonio mundial de la humanidad con vista al Mediterráneo, a unos 180 km al este de Bengasi, bastión de la rebelión en el este del país. Muestra las estatuas de Hércules y de Hermes, la pista, el anfiteatro y el templo de Baco.

"Tenemos mucha suerte, nada ha sido dañado. Afortunadamente (las fuerzas leales) no utilizaron tanques, sólo fusiles", explicó, describiendo los combates en la localidad de Chahat, cerca de Cirene.

Como en otras ciudades del este del país, las tropas del dirigente Muamar Gadafi no lograron reconquistar Chahat, donde los rebeldes se habían apoderado de las bases militares.

Libia se abrió al turismo a mediados de los años 2000, luego de décadas de aislamiento que terminaron cuando el coronel Gadafi anunció en 2003 que abandonaba sus ambiciones nucleares.

Las autoridades libias comenzaron entonces a dar visas de turismo, por medio de agencias de viaje que traían para hacer itinerarios fijos a grupos que debían estar acompañados por un guía libio.

Un número cada vez más importante de europeos, estadounidenses y asiáticos vinieron a descubrir las vastas extensiones desérticas del Sahara, las montañas libias y los vestigios de las antiguas civilizaciones.

Como lo afirmaba la edición 2007 de la guía turística Lonely Planet, "Libia tiene todo".

El Oeste del país, controlado por Muamar Gadafi, incluye dos sitios romanos, Leptis Magna y Sabratha, mientras que vestigios de la civilización griega son visibles en el Este, bastión de la rebelión.

El Este, la región de Cirenaica, herencia helénica, es el pulmón verde de Libia, con su Montaña verde o Yebel Al-Ajdar, que se parece más a Europa del sur que a los paisajes desérticos característicos de Libia.

Pero mientras el conflicto libio entró en su cuarto mes, con ataques aéreos diarios de la OTAN, nadie visita todos esos tesoros.

Yunes Husein, que trabaja en un hotel de cuatro estrellas en la estación balnearia de Sousa, decía el domingo que sólo seis habitaciones de 90 estaban ocupadas, frente a una tasa de 80% de ocupación en la misma época del año pasado.

El período actual es por lo regular temporada alta.

Sousa está situada cerca de Apolonia, antiguo puerto de la ciudad de Cirene, cuyos puertos ahora están cerrados.

"Mientras Gadafi esté vivo, los turistas seguirán sin venir", dice Husein.



KC

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