Internacional - Economía
Tras voto de confianza, gobierno prepara su duro plan de austeridad
Catherine Boitard y John Hadoulis, AFP
Atenas.- Tras haber obtenido la confianza del parlamento, el gobierno socialista griego prepara este miércoles la nueva cura de austeridad exigida por el FMI y la Unión Europea (UE), que será sometida a voto del legislativo antes de fin de mes.
El consejo de ministros confirma este miércoles la "ley de aplicación" que detalla las controvertidas medidas de un nuevo programa económico plurianual, que será votado antes del 30 de junio, tal como exige la UE.
Ese texto, que tiene el aval de los acreedores, de la UE y del FMI, prevé en su acápite fiscal un alza de impuestos directos e indirectos.
Inicialmente, debía ser votado a principios de julio pero el primer ministro Giorgos Papandreou decidió acelerar su trámite bajo la presión de la zona euro, tras haber recuperado la iniciativa política gracias a una remodelación del gobierno y el voto de confianza obtenido el martes por la noche.
Todos los diputados de la oposición presentes, 143, votaron en contra, pero Papandreou logró el apoyo total de los votos socialistas (155 sobre un total de 300), descartando así el riesgo de que sus proyectos fueran rechazados por el parlamento.
"Pido el voto de confianza para poder continuar enfrentando la crisis y los déficits, para evitar la quiebra y asegurar que Grecia se mantendrá en el núcleo del euro", dijo Papandreou al concluir el debate parlamentario.
"Los diputados se rindieron sin condiciones", ironizaba el miércoles el diario de izquierda Eleftherotypia; "el plan aún más duro tras el voto", se lamentaba el de derecha, Eleftheros Typos, alineado con la oposición conservadora que se niega a apoyar al gobierno.
Para alcanzar los objetivos del plan presupuestario, que prevé hasta 2015 ahorros de 28.400 millones de euros y privatizaciones por 50,000 millones, el texto detalla los cortes presupuestarios previstos, según el ministerio de Finanzas: reducción de las jubilaciones, de los subsidios sociales, de la masa salarial y del número de empleos en el sector público.
La ley crea un "nuevo fondo" encargado de las privatizaciones, "bajo control internacional" de la 'troika', la delegación trilateral encargada de vigilar las finanzas griegas por la zona euro, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), indicó al parlamente el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos.
Estos "observadores" extranjeros proporcionarán sus "conocimientos" y asegurarán la "transparencia" del proceso, añadió.
Peso pesado del Partido Socialista, propulsado a este puesto clave en la última remodelación del gobierno, Venizelos desplegó ante el parlamento todo su talento retórico para animar a los griegos, que se debaten entre la cólera y la inquietud ante el durísimo plan de ajuste y las amenazas que siguen pesando sobre la solvencia del país.
Venizelos aludió a la posible ayuda por parte de los socios europeos, en momentos en que la cura de rigor hunde a Grecia en la recesión y dispara el desempleo.
Esta ayuda puede venir de un nuevo plan de rescate, que se añadiría al préstamo de 110,000 millones de euros otorgado en mayo de 2010 por la zona euro y el FMI, pero que no fue suficiente para que Grecia recuperase su autonomía financiera.
Pero el clima social sigue siendo muy tenso. Los sindicatos preparan una huelga de 48 horas que coincida con la votación del plan presupuestario y de la ley de aplicación.
Por su lado, los "indignados" prosiguen sus movilizaciones aunque ya no consiguen a congregar a decenas de miles de personas, tal como lo hicieran a principios de junio.
TRO